El Real Madrid F busca arrebatar una perla a su clásico rival. El Bernabéu contactó a Lucía Corrales y le mostró el interés por llevarla a la capital.
En la casa blanca buscan formar un proyecto ambicioso a base de futbolistas blaugranas. Primero fue Martina, ahora el merengue llamó a la carrilera Lucía Corrales, que permanece cedida en el Sevilla. Con contrato hasta 2026, la joven de 19 años es pretendida por otros colosos europeos y el Barca F quiere renovarle.
Al igual que con Martina, Laporta activará el plan blindaje y buscará cerrar la renovación de Corrales cuando regrese de Andalucía. La defensora es una de las futbolistas con mayor proyección en España y su sueño es triunfar con el Barcelona. Además del Real, Manchester United se mostró interesado en sus servicios.

Presente y futuro con la Roja
La decisión de marchar a Sevilla ha sido un acierto para la carrilera zurda. Con el rojiblanco se asentó en el primer equipo y es titular indiscutida. Lleva 28 partidos en el curso y repartió 3 asistencias. Su potencia para desbordar y centrar es uno de los fuertes de la mallorquina. Puede desempeñarse tanto en la fase defensiva como en la parcela ofensiva.
A los 15 años, Corrales dio el salto de Mallorca a Barcelona. Es una pionera en la Masía, ya que es la primera no catalana en formar parte de la cantera culé. Su rápida explosión la llevó a la Selección Española, donde obtuvo el mundial sub 17 en 2022. En ese sentido, la zurda integró dos convocatorias de Montsé Tomé y sueña con un lugar en la Euro.
En Madrid extrañan a Carmona
La salida de Olga Carmona fue un cimbronazo difícil de asimilar en el Bernabéu. Florentino busca reemplazos en todas partes y Corrales es un capricho más. La dueña de la banda izquierda del Madrid se irá al terminar la temporada. Su destino será el PSG, que le ofreció un jugoso contrato difícil de rechazar.
El Real Madrid pierde a su mejor futbolista, a la capitana del equipo y a la futbolista con más partidos oficiales en el club (186 presencias), donde ha marcado 28 goles. Con la sensación de la afición de que el mandamás blanco podría haber hecho más por su renovación, la salida de Carmona deja una huella imborrable y abre una profunda herida en el corazón madridista.