El técnico del Real Madrid busca su primera victoria ante el Barcelona combinando la agresividad de Almeyda y la solidez de Luis Enrique
El 26 de octubre, el mundo del fútbol se detendrá. Real Madrid y Barcelona volverán a cruzarse en el primer Clásico de la temporada 2025-26, correspondiente a la jornada 10 de LaLiga. Será en el Santiago Bernabéu, con el líder y el segundo frente a frente.
Xabi Alonso llega con la lección aprendida. El pasado año, Carlo Ancelotti perdió sus cuatro enfrentamientos ante el Barça de Hansi Flick. El técnico vasco, en cambio, quiere romper esa dinámica desde su debut en el banquillo blanco. Y para ello, ha encontrado inspiración en dos entrenadores que lograron derrotar al conjunto culé: Matías Almeyda y Luis Enrique.
Las claves del Sevilla y el PSG para frenar al Barcelona
El primer ejemplo fue el del Sevilla de Matías Almeyda, que el 5 de octubre firmó un contundente 4-1 ante el Barça en el Sánchez-Pizjuán. El argentino apostó por una presión alta constante y una transición ofensiva veloz. “El 98% de los equipos que esperan atrás al Barça pierden. Hay que buscar otras formas”, explicó Almeyda.
Durante aquel encuentro, los sevillistas asfixiaron a los azulgranas con intensidad y valentía. El Barça no tuvo espacio para pensar y acabó superado desde el inicio. “Los primeros 45 minutos fueron horrorosos”, admitió Pedri.
Días antes, Luis Enrique había logrado lo mismo en Champions con su PSG, imponiéndose 2-1 en Montjuïc. Su plan combinó una presión coordinada con un bloque medio flexible. Sin balón, cerró las bandas, limitó a Pedri y De Jong en el interior y castigó cada pérdida con transiciones rápidas. En el descuento, Gonçalo Ramos culminó la remontada.
Ambos técnicos coincidieron en una idea: no dejar respirar al Barça. Controlar su salida, cortar líneas de pase y atacar el espacio tras robo.
El plan de Xabi Alonso para el Bernabéu
Xabi Alonso podría fusionar ambos enfoques con su propio estilo. La presión alta desde el inicio para incomodar la salida azulgrana y un bloque medio dinámico que oriente la circulación hacia los costados. Ahí serán claves Tchouaméni y Valverde para dominar las segundas jugadas y cerrar interiores.
En ataque, el plan pasa por aprovechar la velocidad de Vinicius y Mastantuono, respaldados por laterales ofensivos como Carvajal o Carreras. Alternar fases de presión y pausas para abrir al Barça y castigar su espalda con la potencia de Kylian Mbappé.
El objetivo: no dejar que el Barça respire. Castigar cada pérdida, atacar con verticalidad y explotar sus debilidades estructurales. Si Xabi impone su ritmo y precisión táctica, el Clásico puede tener nuevo dueño en el Bernabéu.
