El Real Zaragoza ha puesto el foco en Dani Cárdenas para reforzar su portería. La negociación con el Rayo Vallecano no es sencilla, pero el guardameta ve con buenos ojos la opción de unirse al club aragonés en busca de protagonismo y minutos
En el fútbol, pocas decisiones pesan tanto como quién defiende la portería. Un mal fichaje en ataque se disimula con un gol aislado; un error bajo los tres palos se recuerda como un eco incómodo que no se apaga. El Real Zaragoza lo sabe y por eso ha redoblado esfuerzos para incorporar a Dani Cárdenas. No quieren esperar al mercado de descuentos de última hora, sino anticiparse, como quien compra paraguas antes de que caiga la tormenta. La portería no admite improvisaciones, o se blinda, o se lamenta.
Claro que en Vallecas nadie parece tener prisa. El Rayo Vallecano se encuentra cómodo con Augusto Batalla como dueño absoluto del arco, pero no quiere dejar escapar a Cárdenas sin garantías. En la agenda madrileña figura Luis Maximiano, y en la calculadora del presidente Martín Presa figura una ecuación simple: dejar salir sin perder. Mientras tanto, Txema Indias, con la insistencia de un viajante que no acepta un “no” por respuesta, ha hecho saber al guardameta que en Zaragoza no solo le quieren, le necesitan. Tanto es así que en La Romaredad asumirán 350.000 euros de su ficha, mientras que en Vallecas pagarán los 100.000 euros restantes.
Cárdenas: minutos como tesoro
El portero, por su parte, busca lo que en el fútbol vale más que un contrato millonario, continuidad. Tras meses de banquillo, sabe que un portero sin minutos es como un faro apagado, existe, pero no guía a nadie. El pasado verano, el Zaragoza tanteó opciones como la de Andrés Fernández, que acabó en Almería. Ahora, el foco recae en Cárdenas, quien, aunque soñaba con seguir en Primera División, comienza a ver la camiseta zaragocista como una oportunidad de recuperar protagonismo. Su competencia sería Adrián Rodríguez, el actual titular, en un duelo que promete más tensión que cortesía.
El equipo aragonés no necesita solo un portero, necesita un emblema bajo palos. Las derrotas contra la Real Sociedad B y el Andorra han evidenciado fisuras colectivas, pero nada como un arquero seguro para devolver confianza a una defensa que duda más de lo que debería. Cárdenas aportaría esa mezcla de solidez y ambición que tanto anhela La Romareda. Su llegada podría marcar la frontera invisible entre un equipo que sobrevive y otro que aspira a algo más.
El peaje de las salidas
No obstante, fichar también significa soltar lastre. Sinan Bakis sigue sin destino, convertido en un pasajero sin billete en el vestuario, y su salida es clave para liberar masa salarial. Marcos Cuenca, por su parte, apunta a una cesión en Primera RFEF, con Teruel y Tarazona interesados en darle minutos.
El Zaragoza, en definitiva, se encuentra en esa danza de entradas y salidas que todo club conoce, donde cada movimiento parece un equilibrio precario entre ambición y supervivencia. En este escenario, Dani Cárdenas no es solo un fichaje, es un símbolo. El portero que puede transformar las dudas en seguridad, la fragilidad en resistencia. Porque, al final, un buen guardameta no solo detiene balones; también detiene miedos.
