Gabi habla de los culpables: Sebas y Cuenca señalados

El técnico del Zaragoza asume la derrota ante el Córdoba y pide liberar de presión a sus jugadores

El Real Zaragoza volvió a tropezar en casa tras caer 0-1 ante el Córdoba CF en un partido frustrante por el desarrollo y el desenlace. El técnico blanquillo, Gabi Fernández, compareció ante los medios con gesto serio, consciente de que su equipo generó ocasiones suficientes para ganar, pero volvió a perdonar en los momentos clave.

“El partido es uno más de esos en los que generamos, sobre todo en la primera parte, cuatro manos a manos con el portero. En esta categoría, y en todas, si no metes gol, lo acabas pagando”, lamentó el entrenador zaragocista.

El castigo llegó de la forma más cruel: un gol en propia puerta de Saidu, tras una jugada desafortunada que selló la derrota.

“Nos metemos nosotros mismos un gol… y te vas con una cara de tonto que no puedes con ella”, resumió con sinceridad.

Malestar con el arbitraje y autocrítica personal

Aunque evitó cargar directamente contra el colegiado, Gabi dejó entrever su descontento:

“Lo tenéis que valorar vosotros. No sé si los árbitros vienen demasiado presionados o quieren demostrar algo que no son, pero los que pagamos las consecuencias somos nosotros.”

También explicó su expulsión durante el encuentro:

“Me han echado por dar una patada a una botella de agua. Parece que están más pendientes de los entrenadores que del juego.”

Sobre la acción polémica del inicio, fue tajante:

“Ha seguido la jugada en ventaja, el jugador del Córdoba ha terminado la acción y, como no ha sido gol, ha pitado falta. No ha sabido explicarlo.”

Más allá de la polémica, el técnico asumió toda la responsabilidad:

El responsable soy yo. Me hace pensar, trabajar más duro. Puede ser nerviosismo, falta de calidad o falta de entrenamiento por mi parte.”

Y añadió un mensaje para la afición:

Me duele mucho por la gente. Nos animan muchísimo, viajan fuera de casa… no les podemos pedir nada más.”

“Cuanto menos presión tengan, mejor van a rendir”

Gabi insistió en que la clave pasa por liberar de presión al grupo:

“Soy fiel creyente de que cuanto menos presión tengan los jugadores, mejor van a resolver esas jugadas. Nos empezamos a poner nerviosos… yo el primero.”

El entrenador justificó sus decisiones en los cambios:

Cuenca me pidió el cambio, Sebas no estaba fino. Luego intenté acumular más gente arriba, pero no generamos casi nada tras su gol.”

Por último, fue realista con la situación del equipo:

Necesitamos ganar. Si no lo hacemos, los chicos se van a ver abajo. Soy el responsable y tengo que darles más confianza y herramientas para salir de esto.”

La autocrítica de Gabi refleja un mensaje claro: el Zaragoza necesita transformar su esfuerzo en puntos y recuperar la confianza antes de que la ansiedad pese más que el fútbol.