El interminable delantero reivindicó su decisión de renunciar a la Selección en su momento. Ahora, dice que espera el llamado de De la Fuente.
En agosto de 2023, Borja Iglesias dio un golpe sobre la mesa. El delantero gallego renunció a vestir la camiseta de la selección española en protesta por el comportamiento de Luis Rubiales tras el beso a Jenni Hermoso. Aquella decisión fue tan valiente como arriesgada.
Meses después, el panorama tomó un giro para el Panda. El atacante del Celta confesó que vuelve a estar pendiente de las convocatorias. “Hace un mes te habría dicho que no, pero ahora estoy expectante”, admitió con sinceridad.
Borja reconoció que en su momento actuó por convicción, aunque también llegó a pensar que quizá se había precipitado.
“¿Si espero que me vuelva a llamar la Selección? Si me hubieses preguntado hace un mes, te hubiese dicho que no, pero ahora después de la última convocatoria. No me esperaba ser convocado”, afirmó el ex Betis.
El pasado reciente lo ilusiona
El ariete del Celta volvió a enfundarse la roja en octubre tras la lesión de Lamine Yamal, y disfrutó como un debutante. Ahora sueña con repetir en la lista de Luis de la Fuente para los duelos ante Georgia y Turquía, que cerrarán la fase de grupos de las Eliminatorias.
El atacante tuvo su debut en la Selección al ser convocado por Luis Enrique para una doble jornada de la Nations League, en septiembre de 2022, previo al Mundial de Catar.

El faro de Vigo
El presente de Borja en el Celta da para pensar en una convocatoria. Sus números lo avalan: cuatro goles y una asistencia en once partidos. Pero más lo respalda la influencia que tiene en el equipo de Giráldez. El propio entrenador porriñes exigió a la directiva para que hagan el mayor esfuerzo para comprar su ficha al Betis.
No hay retiro a la vista
A sus 32 años, Borja no piensa en colgar las botas todavía. “Disfruto del presente y me siento pleno”, confiesa. Vive un momento dulce, arropado por el club, el cuerpo técnico y unos compañeros que potencian su fútbol. Aunque admite que su futuro fuera del verde es una incógnita.




