El jugador del Atlético de Madrid desata controversia al difundir teorías negacionistas durante la concentración con España
Marcos Llorente, futbolista del Atlético de Madrid y habitual en las convocatorias de la selección española, se ha convertido en protagonista fuera del terreno de juego tras su última polémica. El jugador ha mostrado públicamente su adhesión a las ideas del agitador ultraderechista Alvise Pérez, con quien comparte mensajes y teorías de corte conspirativo en redes sociales.
Durante la concentración con la selección española, Llorente apareció con gafas amarillas alegando que sirven para “protegerse” porque, según afirmó, “nos están fumigando desde el cielo”. Una declaración que ha generado estupor dentro y fuera del vestuario, reavivando el debate sobre los límites de la influencia de las redes sociales en los deportistas de élite.
Un futbolista seguido por millones y un discurso que preocupa a la Federación
El centrocampista, que cuenta con más de 2 millones de seguidores en sus plataformas digitales, ha amplificado teorías sin base científica, lo que ha causado incomodidad en el entorno de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Fuentes cercanas al combinado nacional aseguran que el cuerpo técnico trata de rebajar la tensión mediática y centrar al grupo en los próximos compromisos, pero reconocen que la actitud del jugador ha causado sorpresa entre los compañeros.
Entre la imagen pública y la responsabilidad mediática de los deportistas
La controversia de Llorente pone sobre la mesa la responsabilidad pública de los futbolistas con gran capacidad de influencia social. En un momento en que la selección española intenta proyectar una imagen de unión y profesionalismo, declaraciones como las del jugador madrileño amenazan con desviar el foco deportivo hacia temas ajenos al fútbol.
Aunque Llorente no ha rectificado sus palabras, el episodio ha desatado un amplio debate sobre los límites del discurso conspirativo y el impacto de figuras mediáticas que lo difunden ante millones de seguidores.
