El canario del Crystal Palace pelea de verdad con Nico Williams por el extremo zurdo de la Selección española sin bajar los brazos
A veces, empezar de cero en otro país asusta. Nueva casa, nuevo idioma, nuevas rutinas… pero Yeremy Pino no llegó a la Premier League para esconderse. Desde que se puso la ‘10’ del Crystal Palace, parecía que todo encajaba, como cuando encuentras tu sitio en una mesa llena de desconocidos. Faltaba solo el gol, esa chispa que te hace sentir que el viaje valió la pena.
Y vaya chispa. Un golazo, delante del Liverpool, en Anfield, y encima con un 0-3 en la Carabao Cup. No fue solo una celebración bonita: fue una declaración. Como decir “estoy aquí” sin levantar la voz, pero dejando a todos callados. También dio una asistencia, casi como si la noche hubiera estado escrita para él.
El salto de LaLiga a la Premier no lo frenó: al contrario, lo convirtió en titular fijo con Oliver Glasner
En Londres no lo miran como promesa, sino como pieza. Diez partidos, 735 minutos y confianza total del entrenador. Es curioso: a veces la vida te pide valentía antes de darte resultados. Yeremy la tuvo. Y ahora recoge frutos.
Ese rendimiento, ese carácter, ese no esconderse… lo ponen de lleno en la pelea por el extremo zurdo de la Selección española. Todo el mundo habla de Nico Williams, y claro que es normal, pero ¿por qué no abrir debate? Si un rendimiento te obliga a mirar dos veces, es que algo importante está pasando.

De “talento y constancia” a gol con España: un año después, volvió para demostrar que nunca dejó de estar
Hace un año, Luis de la Fuente lo describió con dos palabras bonitas y muy ciertas: talento y constancia. Y constancia es irse de casa, cambiar de liga, empezar desde cero… y aun así responder cuando te llaman.
Volvió con La Roja en octubre, titular ante Georgia, y marcó. Como esos capítulos en los que el protagonista se había ido un rato, pero en realidad siempre estuvo ahí. No gritó. No hizo ruido. Solo marcó y se fue a celebrar, sabiendo que el fútbol, al final, premia a los que no se rinden.




