Almeyda acusa a sus jugadores de relajación tras una nueva derrota del Sevilla

El técnico argentino lamenta los errores y la falta de intensidad en otro tropiezo que agrava la crisis del equipo

El entrenador del Sevilla FC, Matías Almeyda, no ocultó su frustración tras la nueva derrota de su equipo en LaLiga, en la que los errores propios volvieron a resultar determinantes. En una comparecencia cargada de sinceridad, el técnico argentino responsabilizó directamente a sus jugadores por la falta de concentración y por los “regalos” que están costando puntos jornada tras jornada.

“Este equipo no se puede permitir relajarse un segundo”

Almeyda admitió que necesitaba “oxigenación mental” antes de analizar lo ocurrido, pero dejó claro que la relajación volvió a ser un factor clave:

“Las miras están puestas todos los días en lo que hacemos. Este equipo no se puede permitir relajarse un segundo. Así estamos. A veces no alcanza”.

El técnico sevillista reconoció que la segunda parte fue mejor que la primera, aunque insuficiente para cambiar el rumbo del partido:

“El segundo tiempo estuvo más cerca de lo que buscábamos. Otra vez un error nos volvió a condicionar”.

Un Sevilla sin claridad ni continuidad

El entrenador fue especialmente crítico con la cantidad de errores cometidos por sus jugadores:

“Demasiados regalos en un fútbol que no te permite y nadie te regala nada. Entramos bien, pero después empezamos a resbalarnos, a estar imprecisos, equivocarnos en pases. El rival no nos superaba; la perdía uno, la perdía otro. Muchas ganas, poca claridad”.

Almeyda lamentó que su equipo no sea capaz de transformar el esfuerzo en resultados y apuntó a la necesidad de mantener la intensidad durante los 90 minutos:

“El segundo gol nos condiciona bastante. En la segunda parte mejoramos, pero no alcanzó. No podemos seguir regalando cosas tan fáciles”.

Señal de alarma en el Sevilla

Con esta derrota, el Sevilla FC agrava su crisis de resultados y se acerca peligrosamente a la zona baja de la tabla. Almeyda intenta mantener la calma, pero sus palabras evidencian preocupación. La falta de continuidad y los fallos defensivos son ya una constante que amenaza con convertir la temporada en un calvario.