El equipo de Nervión se impone con autoridad (4-1) gracias a la brillantez de Alexis Sánchez y una segunda parte perfecta
El Sevilla FC firmó una noche para el recuerdo en el Ramón Sánchez-Pizjuán. El conjunto andaluz se impuso con contundencia por 4-1 al FC Barcelona, en un duelo marcado por la efectividad local, el liderazgo de Alexis Sánchez y un planteamiento táctico que desbordó a los azulgranas.
El chileno abrió el marcador desde el punto de penalti en el minuto 13, tras una revisión del VAR que corrigió la decisión inicial del árbitro. Isaac Romero amplió la ventaja en el minuto 36 con un disparo ajustado que desató la euforia en la grada.
Antes del descanso, Marcus Rashford reavivó las esperanzas del Barça con un gol de oportunismo, pero el Sevilla no perdió el control del juego ni la confianza en su plan.
Superioridad total de un Sevilla ambicioso
El conjunto de Quique Sánchez Flores dominó el encuentro de principio a fin. Con un 61% de posesión y 18 remates frente a los 11 del Barcelona, los hispalenses mostraron una superioridad manifiesta tanto en ritmo como en convicción.El Sevilla fue más intenso, más preciso y más contundente. En los últimos minutos, el empuje nervionense se tradujo en dos goles más: José Ángel Carmona y Akor Adams completaron la goleada y sellaron una noche redonda ante su afición.
Por su parte, el Barcelona nunca logró sentirse cómodo. Pese a contar con ocasiones aisladas, como el penalti fallado por Lewandowski en el minuto 76, el equipo catalán volvió a mostrar fragilidad defensiva y falta de ideas en el tramo final.
Un triunfo que vale una Champions
Con esta victoria, el Sevilla FC se consolida en la cuarta posición de la tabla y asegura matemáticamente su clasificación para la próxima Champions League.El club andaluz vuelve así al máximo torneo continental, reflejando el crecimiento competitivo y la madurez de un grupo que ha sabido sobreponerse a la irregularidad de comienzos de temporada.
El Pizjuán volvió a vibrar con un equipo que, cuando conecta con su gente, es capaz de arrollar a cualquiera.