En su primera misión de riesgo, el nuevo director deportivo del Sevilla deberá cerrar al próximo entrenador. Horas decisivas para el futuro rojiblanco.
La salida de Víctor Orta y el arribo de Antonio Cordón son parte del proceso de reestructuración en Nervión. Con la urgencia de encontrar un nuevo míster, el flamante director deportivo tendrá una reunión clave con quien es el principal candidato al banquillo, Imanol Alguacil. El ex Real Sociedad tiene ofertas suculentas de Arabia, pero sus deseos pasan por quedarse en España.
Sevilla no se encuentra en una buena posición, tanto en lo deportivo como fuera del terreno de juego. Por eso, la clave en Nervión para atraer al técnico de Orio es la historia del club. El desafío consiste en sacarlo del fondo y volver a ubicarlo en una competición europea. En lo económico, los números están bastante lejos de lo que pretende Imanol.

Entre el desafío y la oferta irresistible
La oferta que planteará la directiva del club andaluz a Alguacil es de dos años de contrato, con posibilidad de extenderlo. El reto para Imanol es grande, pero implicaría una oferta menor en lo económico, una plantilla sin nombres rutilantes y manejar el timón de un barco que navega en la inestabilidad.
Por el contrario, la propuesta de Arabia es la que nos tiene acostumbrados en los últimos años: una catarata de dinero. El club de Medio Oriente que tentó al entrenador de 53 años es el Al-Shabab, que tiene entre sus filas al ex Atlético Yannick Carrasco. Una tercera opción para Imanol sería tomarse un año sabático tras las seis temporadas y media como txuri urdin, para luego retomar su carrera recargado de energía.
La era Cordón
Solo faltaba el anuncio oficial. La salida de Orta estaba consumada desde hace dos meses y Del Nido Carrasco le buscaba sustituto. Hoy, Antonio Cordón tomó las riendas de la dirección deportiva. El pacense de 61 años aterriza en el Sánchez-Pizjuán tras desvincularse del holding de fútbol Five Eleven Capital.
Su primer salto lo dio en el Villarreal. Comenzó como scouting, analista del primer equipo y luego fue nombrado director deportivo. Él fue el encargado de traer a Manuel Pellegrini. Su siguiente aventura fue en el Mónaco, donde logró el hito de vender a Kylian Mbappé al PSG por 180 millones. Como CEO, se desempeñó en varios clubes a la vez y contribuyó a los ascensos a Primera del Granada y del histórico Parma de Italia. En Sevilla tendrá otro desafío mayúsculo.