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Jordy Caicedo vuelve a su casa

El ‘9’ errante encuentra su brújula en Guayaquil

Porque esta historia no va de glamour europeo, sino de retorno, dignidad y goles pendientes. A sus 27 años, Jordy Caicedo —ese delantero de potencia bestial y trayectoria dispersa— está a un paso de volver a casa. No al Camp Nou, sino al Monumental de Guayaquil. Y en su caso, la diferencia entre ambos no es geográfica, es emocional.

Del ruido al silencio… y de nuevo al ruido

La carrera de Caicedo es una montaña rusa sin cinturón de seguridad. Prometía en Ecuador, cumplió con creces en Bulgaria, decepcionó en Tigres, resucitó tímidamente en Atlas, y luego… se evaporó en Gijón, donde su paso fue más rumor que realidad. Su hoja de vida tiene goles, sí. Pero también demasiadas comas, demasiados destinos donde fue promesa sin desenlace.

En Atlas dejó 7 goles en 27 partidos. No está mal. No es suficiente. Y en México, donde los delanteros son olvidados con la velocidad de un meme, Caicedo se convirtió en uno más. Un expediente sin gloria. Pero no sin potencial.

Barcelona SC, esa confusión deliciosa

Ahora, medios ecuatorianos lo vinculan al club que lleva el nombre más inflado del planeta, pero con acento costeño. El Barcelona SC no tiene Champions, pero sí Libertadores. No tiene a Lewandowski, pero tiene historia. Y lo que es más importante: tiene hambre de gol.

El equipo necesita un ‘9’ con músculo, oficio y cicatrices. Caicedo las tiene todas. Además, volver a Ecuador podría ser más que una solución futbolística: un reencuentro con el origen. A veces, para despegar, hay que regresar.

Caicedo

Volver a casa siempre es positivo

Si se concreta el fichaje, nadie esperará milagros. Pero sí compromiso. En Guayaquil se recuerda a Caicedo como lo que fue: una joya en bruto. Si ahora regresa con experiencia internacional y las heridas necesarias para valorar cada minuto en cancha, su segunda etapa puede ser más fructífera que la primera.

Es un jugador de contextos. En el ecosistema adecuado, puede ser ese delantero incómodo, potente, imprevisible. Barcelona SC puede darle eso. Y Caicedo, a cambio, puede devolverle goles.

La historia merece más.

“Jordy Caicedo, cerca del Barcelona.” Suena a bomba, a trending topic, a portada en Europa. Pero es otra cosa. Es una historia de esas que importan menos a los algoritmos y más a la gente. Porque no se trata del escudo en el pecho, sino del lugar que te devuelve el alma.

Caicedo no jugará en el Barça de Xavi. Jugará, quizá, en el de su infancia. En el que puede ser suyo. Y eso, a veces, vale mucho más que una foto con el Camp Nou de fondo.

Álvaro Fidalgo Sporting