El Real Sporting de Gijón busca recuperar su rumbo tras tres derrotas consecutivas. Con Loum y Amadou avanzando en su recuperación, el equipo se prepara para enfrentar al Albacete
El Sporting de Gijón entrena en Mareo como quien intenta hilar un traje con las manos atadas, cada puntada depende de futbolistas que aĆŗn no pueden darla. Mamadou Loum y Amadou avanzan en su recuperación, pero todavĆa parecen sombras de sĆ mismos, piezas que el equipo ansĆa colocar en el tablero y que aĆŗn no encajan. Entre estiramientos, cargas progresivas y la mirada severa del cuerpo tĆ©cnico, ambos se preparan para volver, aunque el regreso al nivel competitivo se antoja tan cercano como distante, como esas tormentas que amenazan desde el horizonte pero nunca descargan del todo.
Y mientras Loum y Amadou siguen en la sala de espera del fĆŗtbol, la enfermerĆa acumula nombres como un hospital de campaƱa tras una escaramuza, Eric Curbelo y JesĆŗs Bernal tampoco estĆ”n disponibles. Por si fuera poco, Guille Rosas y Ćlex Corredera se perderĆ”n el próximo partido por sanción, vĆctimas de un sistema arbitral tan caprichoso como inevitable. El club estudia recurrir, claro, como quien pide clemencia al verdugo, pero la espada ya parece caer con la frialdad de lo irreversible.
Preparativos para un duelo decisivo
El calendario no espera, y tras el martes de descanso, el miĆ©rcoles volverĆ” a sonar el silbato en Mareo. A las 10:45, con la afición invitada a presenciar el trabajo a puerta abierta, se abrirĆ” una ventana de esperanza. Eso sĆ, solo hasta ese dĆa, jueves, viernes y sĆ”bado, los entrenamientos se cerrarĆ”n al pĆŗblico como si el club guardase en secreto un conjuro todavĆa imperfecto. Preparar un partido con tantas bajas es un acto de fe, pero tambiĆ©n de estrategia, no se trata solo de correr, sino de convencer a los jugadores de que el orgullo puede suplir a las piernas.
El domingo, a las 18:30, el Molinón acogerĆ” al Albacete BalompiĆ©. Los manchegos llegan con la moral disparada tras su victoria sobre el Valladolid, un reciĆ©n descendido que aĆŗn huele a Primera. El Sporting, en cambio, carga con tres derrotas consecutivas que pesan como piedras en el bolsillo de un nĆ”ufrago. La antĆtesis es brutal, mientras uno nada a favor de la corriente, el otro bracea contra la marea de la desconfianza.

La jornada que despierta la reflexión sportinguista
Los nĆŗmeros de la jornada, con triunfos claros y derrotas contundentes en otros campos, solo aƱaden un eco de realidad, el fĆŗtbol no espera a nadie. En AlmerĆa, la derrota por 2-1 dejó un poso de frustración que todavĆa huele a sangre fresca. Y mientras otros equipos celebran victorias holgadas, el Sporting debe preguntarse si estĆ” destinado a ser protagonista de una pesadilla recurrente o si encontrarĆ” la manera de despertar a tiempo.
Y fuera del cĆ©sped, la conversación sigue viva. La afición busca espacios de anĆ”lisis, foros de opinión y lugares donde compartir la desazón y la esperanza. Porque el Sporting no es solo once jugadores sobre el verde, es una comunidad que necesita hablar, debatir y respirar fĆŗtbol para no ahogarse en la marea de los malos resultados. AllĆ, en esas charlas colectivas, se construye tambiĆ©n el futuro emocional de un club que siempre ha sabido levantarse tras caer.




