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Rubén Albés siembra dudas en El Molinón

El equipo asturiano solo ha sumado 5 puntos en 5 jornadas, pero la historia muestra que un mal comienzo no siempre define la temporada.

El Sporting de Gijón, bajo la dirección de Rubén Albés, ha registrado su peor inicio en Segunda División desde su regreso a la categoría. Con solo 5 puntos de 15 posibles tras 2 derrotas, 2 empates y una única victoria, el equipo se encuentra en una situación delicada. Sin embargo, las comparativas con otros arranques complicados en temporadas pasadas invitan a los aficionados sportinguistas a mantener la esperanza de que la situación puede revertirse.

Entrenadores como Paco Herrera, Rubén Baraja, Abelardo Fernández y Miguel Ángel Ramírez lograron mejores números en sus inicios, con 8 puntos o más. Sin embargo, la historia del Sporting ha demostrado que un mal arranque no es sinónimo de fracaso, como fue el caso de Marcelino García Toral, quien también enfrentó dificultades en sus primeros partidos y terminó construyendo un equipo que rozó el ascenso.

A pesar de un inicio complicado, la directiva apostó por mantenerlo al frente del equipo, y el Sporting logró estabilizarse hasta llegar a los puestos de promoción de ascenso, alcanzando finalmente una quinta posición con 70 puntos.

La historia de Marcelino como ejemplo de esperanza

Una de las comparaciones más alentadoras para los seguidores del Sporting es la del entrenador asturiano Marcelino García Toral, quien tuvo un inicio similar al de Albés. En su momento, Marcelino acumulaba solo una victoria y 2 empates en las primeras cinco jornadas, lo que generó incertidumbre.

El ejemplo de Marcelino muestra que la paciencia y la continuidad en el proyecto pueden ser clave para revertir una situación complicada. Albés, quien ha implementado un cambio de sistema hacia un 4-3-3, todavía está ajustando su esquema, al igual que algunos fichajes que no han tenido la oportunidad de brillar. El margen de mejora es amplio, y el equipo aún se encuentra en fase de adaptación.

Comparativas con la temporada pasada

Además, mirando la temporada pasada, hay ejemplos recientes de equipos que comenzaron mal y terminaron alcanzando el éxito. El Real Valladolid, con solo 4 puntos en las primeras jornadas, logró el ascenso directo. El Real Oviedo, con 3 puntos, terminó sexto, y el Eibar, con un arranque de 3 puntos, terminó tercero y rozó el ascenso directo. Estos casos demuestran que un mal comienzo no significa una sentencia para la temporada y que el Sporting todavía tiene tiempo para enderezar el rumbo.

El optimismo no solo viene de comparativas históricas, sino también de la convicción de que el equipo todavía tiene mucho margen para crecer. Los seguidores sportinguistas pueden aferrarse a la idea de que el proyecto de Albés aún está en construcción y que, con paciencia, los resultados pueden mejorar.