El Valencia CF asume que su modelo deportivo está obsoleto y prepara una reestructuración profunda con Big Data, IA y nuevas metodologías
Han pasado solo unos meses desde que Gordon Gourlay aterrizó en Valencia, pero el diagnóstico es inmediato y contundente: el modelo deportivo del club está desfasado. El CEO ha estudiado el funcionamiento de la secretaría técnica, analizado el mercado de verano, revisado planificaciones internas y ha llegado a una conclusión que ya no es interna, sino pública: hace falta una transformación seria.
Según Gourlay, al Valencia le faltan recursos humanos, tecnología y estructura para competir en igualdad de condiciones con clubes que han evolucionado mucho más rápido. El problema no es solo deportivo: es organizativo. El club llega tarde a oportunidades, analiza poco, y no dispone de herramientas modernas para detectar talento.
Por eso, una de las bases del nuevo proyecto será la incorporación de sistemas de Big Data e Inteligencia Artificial para el scouting de jugadores. No basta con mirar partidos: hay que medir, cruzar datos, anticiparse. Pero esto exige inversión: personal especializado, software avanzado, una red global de seguimiento y un equipo amplio. Y ahora mismo, el Valencia está lejos de eso.
Hoy, además de Miguel Ángel Corona y Carmelo del Pozo, solo hay tres ojeadores residentes en España, y apenas viajan una vez al mes al extranjero. En un mercado global, eso es directamente quedarse ciego.
La distancia entre Gourlay y Miguel Ángel Corona ya es evidente: sin reuniones clave y con Paterna revisada línea por línea
Las señales llevan semanas apareciendo. Este curso no hubo la habitual reunión del departamento deportivo para fijar objetivos del mercado de invierno. Eso, en el fútbol profesional, es una anomalía. La relación entre Gourlay y Corona se ha enfriado hasta casi congelarse.
Nada más terminar el mercado estival, Gourlay citó a personas de confianza en la Ciudad Deportiva de Paterna. Se revisaron métodos, decisiones, coordinación, análisis y fallos en la cadena de trabajo. Un examen quirúrgico que deja claro que la remodelación no es solo una idea: es una hoja de ruta.
Y cuando un CEO empieza a rediseñar un área sin su máximo responsable, el desenlace suele estar escrito.

Corona busca salida: conversaciones con Panathinaikos y un adiós que parece cuestión de tiempo
El todavía director deportivo del Valencia no solo es consciente del escenario: está actuando en consecuencia. Desde hace semanas mantiene conversaciones con el Panathinaikos, donde podría cerrar un acuerdo para marcharse. Su contrato con el Valencia es indefinido desde 2020, pero el club ya no le ve como parte de la reconstrucción.
Todo apunta a que la salida será pactada, sin ruido, sin choque público, pero con un mensaje claro: el Valencia va hacia otro modelo. Un modelo más profesionalizado, más moderno y, sobre todo, más competitivo.
Gourlay quiere un club capaz de identificar talento antes que los demás, de anticiparse al mercado, de no vivir de improvisaciones. Y para eso necesita estructura, personal y herramientas. Necesita un Valencia del siglo XXI, y no un Valencia que se siga moviendo como hace diez años.
La revolución ya está en marcha. Y esta vez, no es un discurso: es una decisión.




