Después de un verano convulso, André Almeida se queda en Mestalla y estampó la firma para renovar su contrato. Un año más, con una mejora salarial del 50%.
Demostró una y otra vez su malestar, hasta que finalmente lo oyeron y hubo solución. André Almeida extendió su vínculo con el Valencia CF hasta 2029. Tras trasladar su queja a la dirección deportiva por ser uno de los salarios más bajos de la plantilla, Ron Gourlay, con el aval de Peter Lim, le presentó una oferta superadora y el acuerdo llegó a buen puerto. Para lograr el apretón de manos, fue fundamental la intervención del representante Jorge Mendes.
El agente de futbolistas fue el eslabón clave en el nexo entre la secretaría deportiva y la cúpula de Singapur para lograr la mejora salarial. El luso amagó con irse en el mercado de verano, pero no llegó ninguna oferta que lo convenciera, ni a él y ni al club. Con las cosas claras, ahora el centrocampista deberá devolver la confianza con resultados deportivos. Almeida está teniendo un paso irregular con el elenco ché, aunque Carlos Corberán lo considera una pieza importante.
La deuda en el campo de juego
La etapa de André Almeida en el Valencia CF ha estado marcada por la falta de continuidad. Su primer año dejó sensaciones positivas: brilló en la primera vuelta como interior con Gattuso en el banquillo y volvió a ser importante en la recta final con Baraja, ayudando a lograr la salvación en el último momento. Tras esto, el club le confió el dorsal ‘10’, aunque una lesión de espalda le mantuvo casi todo el curso apartado, reapareciendo únicamente en los últimos encuentros.
La temporada pasada, Almeida tuvo un papel secundario en los planteamientos de Baraja y llegó a plantearse su salida en el mercado invernal. La llegada de Carlos Corberán cambió su situación, devolviéndole protagonismo y defendiendo sus cualidades. Sin embargo, las dudas sobre su futuro y su descontento salarial complicaron las cosas. Durante la pretemporada perdió su puesto frente a Dani Raba y apenas disputó 24 minutos en las primeras cuatro jornadas.
El escaparate que no prosperó
Disgustado por la situación, André Almeida pidió salir en el verano pasado. A Paterna llegaron algunas ofertas, pero ninguna concreta y convincente. El Trabzonspor ofertó 6 millones de euros con bonificaciones, pero Valencia, que adquirió a Almeida del Guimarães por 8 kilos en 2022, exigió la misma cantidad. Los turcos abandonaron la negociación al considerarlo un monto alto. Esta situación se prolongó durante toda la ventana de transferencias.
En los mercados pasados, Almeida también recibió sondeos. Recibió llamados del Betis y el Girona, y hasta incluso de la MLS, que llevaron ofertas a Mestalla que no superaron los 3 millones de euros. Finalmente, el portugués tuvo un ofrecimiento concreto del Nottingham Forest, pero la rechazó. Su idea era quedarse en España. Tres años de irregularidad son suficientes para que el futbolista pueda probar ahora, si está a la altura de lo que el Valencia necesita.