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Peter Lim cierra segundo crédito del Valencia con Goldman Sachs: €15M anuales de intereses

237 millones que hipotecan el futuro a cambio del nuevo estadio

El Valencia CF ha cerrado un nuevo capítulo económico que marcará su futuro durante las próximas décadas. El club de Mestalla ha formalizado su segundo crédito con Goldman Sachs, una operación financiera que asciende a 237 millones de euros (aunque la cifra podría variar ligeramente) y que tiene como garantía los ingresos futuros del nuevo estadio.

Se trata de una jugada de alto riesgo pero también de necesidad. El proyecto del Nou Mestalla, estancado durante más de una década, necesitaba una inyección económica definitiva para poder ver la luz. Con este crédito, esa etapa se desbloquea, aunque a un precio considerable.

Intereses altos y compromiso a largo plazo

El préstamo acordado incluye unos intereses anuales cercanos a los 15 millones de euros, lo que implica un tipo del 5,82%. La deuda podrá devolverse en un plazo máximo de 28 años, aunque el horizonte medio estimado es de 20 años.

El Valencia ha emitido los bonos correspondientes en Estados Unidos, donde se ha presentado la operación a los inversores bajo una fórmula ya conocida en otros proyectos similares en el fútbol europeo: los pagos están garantizados por los futuros ingresos que genere el nuevo estadio, especialmente por conceptos como la venta de entradas, patrocinios y explotación comercial del recinto.

EGD Valencia
El Nou Mestalla debió reanudar sus obras desde hace meses para haber entrado en la lista de los estadios que España usará en el Mundial 2030.

Un estadio como salvavidas… y como ancla

En la teoría, este acuerdo supone un avance definitivo para acabar con el bloqueo urbanístico y financiero del nuevo Mestalla. Pero en la práctica, hipoteca el crecimiento del club durante décadas. El peso de esos 15 millones anuales será difícil de asumir si el Valencia no se estabiliza en competiciones europeas algo que no parece cercano ni genera nuevas vías de ingresos.

Además, el nuevo estadio pasa de ser una ilusión para la afición a convertirse en una exigencia contable: no terminarlo, o no ponerlo a pleno rendimiento, puede derivar en un problema estructural.

¿Solución o parche financiero?

Desde la dirección del club, se transmite optimismo. Este crédito permite “reactivar el futuro”, como explican en los entornos de Peter Lim. Sin embargo, hay voces que alertan del peligro de repetir errores pasados, hipotecando una institución histórica sin un plan deportivo sólido que lo respalde.

El acuerdo se firmará en las próximas semanas, pero su peso ya se siente. Son 237 millones de razones para que el nuevo Mestalla no sea solo un estadio moderno, sino también una palanca real de estabilidad y ambición. Porque si no, la losa será demasiado pesada incluso para un club con la historia y la heridadel Valencia CF.

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