Óscar ha conseguido cautivarla y todo parece indicar que ella será la primera chica infiel en la segunda edición
La Isla de las Tentaciones está viviendo una de las semanas más ajetreadas. Después de un inicio algo parado en el que afloraron las primeras discusiones de pareja, todo se ha descontrolado tras las hogueras. Y es que muchas de las parejas ya parecen sentenciadas, como es el caso de Mayka y Pablo.
Ambos parecen seguir el mismo camino que Melyssa y Tom, quienes ya han roto definitivamente su relación. Ahora, ha sido ella la que ha caído en la tentación, puesto que ha sido incapaz de resistirse a los encantos de Óscar. Todo a pesar de que acudían al programa para que ella confiara de una vez en su pareja.
Mayka cae en la tentación
Sin embargo, esto finalmente no ha sido así, puesto que ha sido la primera chica en caer en la tentación. Y es que Mayka se ha besado y ha dormido con Óscar, quien ya sabe lo que es participar en La Isla de las Tentaciones, puesto que estuvo presente en la primera edición, por lo que esto no es nuevo para él, ya que tuvo un romance con Andrea.
Eso sí, los espectadores no se imaginaban que Mayka cayera en la tentación, puesto que en el mismo programa ha asegurado que quiere que Pablo no le mienta. Pero no solo eso, sino que también sospecha que su pareja no la quiere. Unas sospechas que han podido causar que Mayka se declarara a Óscar en la piscina.
Pablo y Mayka, la segunda pareja con las horas contadas
Según le ha confesado Mayka a Óscar, ella quiere estar con él. No obstante, esto no ha sido lo único, puesto que también ha asegurado que, si no hubiera cámaras, se comportaría con él de una manera muy diferente. Unas declaraciones que, a buen seguro, no gustarán nada a Pablo, quien verá todo en las hogueras.
A pesar de que por el momento tan solo se han besado en juegos, todo hace indicar que Mayka será la primera chica infiel en La Isla de las Tentaciones. Todo a pesar de que era ella la que estaba temerosa por el comportamiento de Pablo. Y es que finalmente Pablo ha resultado ser el gran perjudicado de la relación.
