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Insólita lista de Miriam en First Dates desglosa al hombre perfecto

Precavida y muy minuciosa, así resultó ser la comensal de hoy

Miriam no se anda con rodeos y menos en su visita a First Dates. La comensal asegura que ha sido decepcionada varias veces cuando ha tenido múltiples citas, y por ello decidió hacer una lista con las cualidades del hombre perfecto, según ella. Además de ello, confesó que en el plano romántico le ha ido bastante mal.

“En el amor me ha ido fatal, es que tengo el radar estropeado. Me han puesto los cuernos la gran mayoría de veces. Soy de dar libertad, pero parece ser que das el dedo y te cogen el brazo” desveló la chica. Luego de ello sacó una gran hoja de papel, donde estaba escrito todas las características de su prospecto de hombre perfecto.

First Dates Miriam
Sobera recibió a Christian y empezó a preguntarle algunas cosas que aparecían en la lista de Miriam.

Con lista en mano Sobera recibió a la cita de Miriam en First Dates

Cuando la mujer fue sacando su lista del bolso, Sobera no dudó en referirse a ello. ¡Perdónenme, esto es la Sábana Santa de Turín! Pero… ¿Qué es esto?”. Cuando el presentador se dispuso a leer, enfatizo en Que no lleve las cejas perfiladas y que no sea calvo”. La comensal aclaró que “No son lo más importante”.

Luego pasaron a un punto importante. “Lo que sí es imprescindible es que sea un chico fiel, atractivo y alto, pero que le gusten las bajitas”. En ese momento, Christian arribó al restaurante de Cuatro, y fue recibido por el presentador con la lista de Miriam en la mano. “¿Tienes las cejas perfiladas?” El barcelonés le dijo que no.

Los hijos de cada uno fueron el tema con el que Miriam y Christian la pasaron genial en First Dates

Cuando los dos se dispusieron a conocerse en la mesa, surgió el tema de hijos. Ambos los tenían y el comensal quiso saber si ella le gustaría tener más. “Claro que sí, la fábrica no está cerrada, siempre he querido tres, pero no salió”. reconoció la catalana. En cuanto al chico agregó, “tengo dos hijos de dos madres diferentes, pero los que no quieran a mis hijos, no me quieren a mí”.

La química fue palpable y la energía que fluía en la mesa era más que evidente. Ambos se habían gustado físicamente pero además habían conectado emocionalmente. Algo que no ocurre muy a menudo en el dating show. La decisión final fue similar (si) y los dos aceptaron que “Nos hemos gustado mucho”.

Raúl Gómez