
Le pudo costar una carrera deportiva a Luis Suárez. Se acuso al delantero uruguayo del Barça, de morder a un rival, Chiellini, durante el transcurso de un Uruguay-Italia del Mundial de Brasil. Se le sancionó con 4 meses y 9 partidos de inhabilitación. Se le señalo ante todo el mundo, agravado aún más por su reincidencia.
Negó siempre Luis Suárez la máxima. Acepto el castigo y lidió con él. Sin reconocer nunca el delito. Según revela ‘Mundo Deportivo’ el vicepresidente del Tribunal de Apelaciones de la FIFA, Fernando Mitjans habría confesado que Chiellini fingió el mordisco.