Fútbol y fiesta. Una combinación algo explosiva que puede crear muchos conflictos. A veces cuando uno toma el camino de la juerga mientras se encuentra en su carrera profesional, puede acabar en la frustración anímica del propio jugador. Y han habido jugadores que han marcado huella tanto en el campo como en las discotecas.
Ronaldinho en uno de sus tantas juergas. |Foto: Agencias