El entrenador asturiano no ha podido cambiar todas las carencias que tenía el equipo cuando llegó
El fútbol es presente y no entiende de paciencia. De ahí que Marcelino, en su primer mes en el Athletic, era el número 1, pero ahora, tras varios tropiezos, ya ha levantado dudas. Unas dudas injustificadas, ya que el Athletic con el asturiano queda claro que es mejor que con Garitano. Pero todo en la vida requiere trabajo y tiempo.
Un tiempo que no tiene el Athletic ahora mismo. Con la ilusión que se había levantado ante la posibilidad de ganar tres títulos, todo se ha teñido de gris oscuro. Porque el perder una final con la Real Sociedad ha dolido el doble. Se veían ganadores y después el equipo ni compitió.
El efecto Marcelino se diluye
Esta imagen de dejadez que mostró el equipo ha disparado las dudas con Marcelino. Ahora el pesimismo en Bilbao es enorme. Porque hay otra final, sí, pero es ante el FC Barcelona. Lo normal ahí es perder. Que se puede ganar, por supuesto. Pero los de Koeman vienen en el mejor momento de la temporada y son claros favoritos.
Por eso, con esto de la inmediatez del fútbol actual, hay que duda de Marcelino. Cuando Marcelino aceptó coger el Athletic a 3 días de jugar con el FC Barcelona en Liga. Sin apenas tiempo para entrenar tuvo que disputar partidos cada tres días. Pero ahora ese efecto Marcelino parece disipado en el Athletic.
Marcelino necesita tiempo para triunfar en el Athletic
Sin embargo, los que saben de fútbol entienden lo que necesita Marcelino para sacar el máximo partido al Athletic. El asturiano es metódico, ama trabajar, necesita ver a todos sus futbolistas y generar informes pormenorizados de cada uno de ellos. Y eso se logra en una pretemporada.
Hay que dejar a Marcelino analizar al Bilbao Athletic, donde hay piezas interesantes para subir al primer equipo. Que el asturiano gestione la plantilla a su gusto, con los descartes y los fichajes que sean factibles. Se merece una pretemporada y una temporada completa. Porque de esa forma, Marcelino, hará volar al Athletic. Gane o pierda la final pendiente.
