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Ilia Topuria despistado con los fichajes

La previa del UFC 317: Madrid, Las Vegas y una ambición sin descanso

Ilia Topuria vive en el caos con la misma soltura con la que conecta derechazos. Mientras media división ligera se dedica a lanzarle dardos con más fe que puntería, él se reparte entre el Teatro Amaya de Madrid donde su promotora, WOW, organiza el evento número 20 y Las Vegas, donde el próximo 28 de junio buscará agrandar su leyenda en el UFC 317. Porque sí, el español-georgiano pelea por el cinturón del peso ligero, pero también por una narrativa que lo sitúa como algo más que un campeón: como un símbolo de dominio absoluto.

Lo que para algunos sería una distracción una gala de MMA a pocos minutos de que arranquen las preliminares de la velada más importante de su carrera para Topuria es solo una parada más en el camino. Ahí estarán Hecher Sosa y Yaman El Diamante, Ignacio Capella frente al daguestaní Umakhan Ibragimov, y él como el gran ausente omnipresente. Un promotor con guantes, un empresario que no olvida que su éxito empieza y termina en la jaula.

Ilia Topuria peso ligero
Ilia Topuria no perderá rapidez en el peso ligero, aunque sí ganará potencia debido al aumento de masa muscular

Sin distracciones, sin derrotas: Topuria afila su ambición

En la previa del evento, Ilia lo dejó claro: “El campamento está yendo súper bien. Me he traído sparrings de diferentes partes del mundo. El plan es el de siempre. Ir ahí y recoger lo que me gano con mucho trabajo”. Y lo que se ha ganado es una pelea por el título frente a Charles Oliveira. En su discurso no hay espacio para la duda ni para los halagos. Si se le menciona a Makhachev, responde que ya ni figura. Si se le recuerda que Arman Tsarukyan estará como suplente, replica con esa sonrisa que corta más que una patada giratoria:

“El resultado será el mismo, les gano a todos”.

El Matador está convencido de que su cero no se moverá del casillero. Que volverá con el cinturón. Que nada ni las declaraciones de Paddy Pimblett ni los avisos de la división alterarán lo que ya parece escrito: su ascenso imparable. En este deporte donde la narrativa importa tanto como las estadísticas, Topuria no se construye como un aspirante. Se presenta como un desenlace inevitable.

Este sábado será su última aparición pública antes de volar a Las Vegas, donde volverá a repetir el ritual de siempre: aterrizar con antelación, aclimatarse, entrenar. Como hizo en Abu Dhabi. Como hizo en Anaheim. Como hizo su hermano en Australia. Porque si algo no deja al azar es la preparación. Lo demás los rivales, los desafíos, los cinturones es cuestión de tiempo.

EGD MMA