Ilia y Aleksandre ponen rumbo a nuevos desafíos, pero sin rencores
Después de más de una década de trabajo, crecimiento y éxitos compartidos, Ilia y Aleksandre Topuria han puesto fin a su etapa en el Climent Club. La noticia ha resonado con fuerza en la comunidad de las artes marciales mixtas, no todos los días se rompe un vínculo de 13 años entre luchadores y su casa formativa. Pero, como ellos mismos han querido dejar claro, no hay rencores, solo caminos distintos.
La separación se ha producido por mutuo acuerdo entre los peleadores georgianos y los entrenadores principales del Climent Club, con sede en Alicante. No ha habido tensiones ni reproches, simplemente un punto de inflexión natural tras años de colaboración. La carrera de Ilia Topuria, sobre todo, ha tomado una dimensión internacional que requiere nuevas estructuras, recursos y retos. El cambio se entiende desde la lógica del crecimiento.

¿Qué pasa con Javi Climent?
Es importante aclarar una de las dudas que más ha circulado tras el anuncio, Javi Climent, entrenador de boxeo de los Topuria, sigue formando parte de su equipo. Su relación no depende directamente del Climent Club como institución. De hecho, continuará trabajando junto a Ilia y Aleksandre, quienes se han instalado en Madrid y desde allí darán forma a la siguiente etapa de su carrera profesional.
Este tipo de decisiones pueden despertar especulaciones, pero los protagonistas han sido claros: no hay “mala sangre”. Es simplemente una cuestión práctica, los Topuria viven ya en Madrid, mientras que el Climent Club permanece en Alicante. La distancia y la dinámica diaria de entrenamientos de alto nivel hacen que lo más coherente sea construir un nuevo campamento base más cercano a su día a día.
Ilia Topuria, cada vez más cerca de lo grande
Para Ilia Topuria, el cambio llega en un momento crucial. El peleador sigue escalando posiciones en el ranking de UFC y se perfila como uno de los nombres más serios a tener en cuenta en la lucha por el título. Este tipo de ajustes en el entorno profesional son habituales cuando un luchador entra en esa órbita de elite, nuevas rutinas, sparrings, analistas y logística adaptada a la exigencia de competir por el cinturón.
El Climent Club ha sido su casa, su cuna y su trampolín. Ahora, Madrid será el nuevo centro de operaciones. Pero el respeto y el agradecimiento hacia Alicante permanecen intactos. Porque el camino que los ha traído hasta aquí no se olvida solo se transforma.