Si Islam Makhachev logra superar a Jack Della Maddalena en el UFC 322, el camino quedará despejado para un histórico enfrentamiento con Ilia Topuria en la Casa Blanca, un evento que promete convertirse en uno de los más grandes en la historia de la UFC
Islam Makhachev, ese daguestaní que convirtió la paciencia en un arte de demolición, ha decidido dar un paso que recuerda más a una epopeya que a un simple movimiento táctico. Subirá al peso wélter para enfrentar a Jack Della Maddalena en la estelar del UFC 322, el próximo 15 de noviembre en el Madison Square Garden. Sí, el escenario no es un detalle menor, Nueva York, la ciudad donde el boxeo escribió su Biblia, ahora será testigo de una nueva narrativa en la historia de las artes marciales mixtas.
Lo irónico porque la UFC siempre se mueve en ese terreno entre la estrategia y el espectáculo es que al abandonar su trono ligero, Makhachev no pierde poder, sino que gana mito. El cinturón queda en manos de Ilia Topuria, “El Matador” que espera impaciente su cita con la historia, casi como un heredero que aguarda su duelo dinástico. Lo que está en juego no es solo un cambio de división, sino la promesa de una rivalidad capaz de inflamar las pasiones de dos continentes.
Una cartelera de alto voltaje
El UFC 322 no será un evento, será una declaración de intenciones. La velada presenta a Valentina Shevchenko defendiendo su corona mosca frente a Zhang Weili, una batalla de campeonas que suena a choque de eras. Una, la precisión quirúrgica; la otra, el huracán que todo lo desordena. La antítesis perfecta para recordar que las MMA viven de contrastes, como si fueran un espejo de la condición humana.
A este festín se suma el regreso de Leon Edwards, dispuesto a probar que su reinado en las 170 libras no fue un espejismo, enfrentando al brasileño Carlos Prates. Una pelea que, aunque secundaria en los carteles luminosos, puede sacudir el ranking como un trueno inesperado en una tarde de verano. Porque en este deporte, lo que parece accesorio suele terminar siendo inolvidable.
Entre Abu Dhabi y la eternidad
El camino de Makhachev hacia la gloria no se mide solo en kilos, sino en escenarios. Antes de Nueva York, Abu Dhabi se prepara con su propio festín en el UFC 321: Virna Jandiroba contra Mackenzie Dern por el título paja, Umar Nurmagomedov persiguiendo la herencia de su apellido frente a Mario Bautista, y Tom Aspinall defendiendo su trono pesado ante Ciryl Gane. Una antesala que funciona como prólogo shakesperiano: drama, poder y ambición.
Y mientras todo eso ocurre, la figura de Ilia Topuria sigue creciendo en las sombras de la Casa Blanca mediática, esperando el momento de mirar cara a cara al hombre que decidió abandonar un cinturón para buscar otro. La UFC, como siempre, no vende peleas, vende relatos, mitologías modernas que cruzan océanos. Y en este relato, Makhachev busca algo más que victorias: persigue la eternidad.
