Un grito de frustración desde el corazón del Fórmula 1
En el siempre impredecible Gran Premio de Emilia Romagna, Fernando Alonso volvió a vivir una de esas jornadas en las que todo se tuerce. No fue solo una mala estrategia o una decisión precipitada. Fue ese tipo de días donde el piloto siente que el universo conspira en su contra. Y así lo expresó, sin filtros, con un grito que dolió a más de un aficionado: “Soy el piloto con la peor suerte del mundo”.
De la ilusión al desencanto, vuelta a vuelta
La carrera arrancó con tensión. Alonso se encontró muy pronto luchando en tráfico denso, con los Ferrari por delante y el joven Franco Colapinto complicando las trazadas. Pese a ello, el español aguantó. Su plan era claro: resistir el mayor tiempo posible con los neumáticos duros, y esperar el momento adecuado para atacar. Pero ese momento nunca llegó.
Cuando Esteban Ocon provocó un coche de seguridad virtual con la rotura de su Haas, muchos aprovecharon para entrar a boxes. Alonso, en cambio, decidió quedarse fuera. Un riesgo calculado… que acabó pesando. Vuelta tras vuelta, el asturiano empezó a caer como una piedra, siendo adelantado sin remedio por Sainz, Hulkenberg y otros. Su mensaje por radio fue tan crudo como sincero: “Va a ser una tortura”.
Una temporada cuesta arriba
Poco después, un nuevo incidente le dio una oportunidad de oro: otro coche de seguridad permitió cambiar neumáticos, pero ya era tarde. La pérdida de posiciones era demasiado grande. Lo intentó, como siempre, pero el daño estaba hecho.
Y no es una historia nueva para Fernando Alonso este 2025. Ya en Australia acabó contra un muro en un toque desafortunado. En Miami, fue embestido por Liam Lawson. La mala fortuna parece perseguirle como una sombra. Y aunque siempre intenta reponerse, la frustración aflora cuando siente que ni siquiera su mejor esfuerzo es suficiente.
El deporte de élite tiene estos momentos, donde ni el talento, ni la experiencia, ni la garra logran cambiar el resultado. Pero si algo ha demostrado Alonso a lo largo de los años, es que puede tocar fondo… y aun así volver más fuerte. Porque mientras haya una pista por delante, él seguirá peleando. Aunque lo sienta como el más desafortunado del mundo.
