Un GP complicado para el madrileño entre toques, estrategia y frustración
Carlos Sainz vivió un Gran Premio de Miami para el olvido, aunque logró evitar que el desastre fuera completo. Partía desde una prometedora sexta posición, pero terminó noveno tras una carrera plagada de incidentes: toques con su compañero, decisiones cuestionables del equipo y una maniobra final con Lewis Hamilton que estuvo cerca de acabar con los dos fuera de pista. Afortunadamente para el español, la FIA consideró la acción un simple incidente de carrera y no impuso sanción alguna.
En la última vuelta, con todo por decidir, Sainz se lanzó al ataque para adelantar a Hamilton en la curva final. El toque fue leve, pero suficiente para que ambos coches perdieran estabilidad. “Hacía lo que podía para defenderse. Yo lo intenté en la última curva y hubo contacto. Es típico. Si seguimos el reglamento, no puedes moverte tanto como él hizo. Pero en una última vuelta…”, explicó el madrileño. Finalmente, los comisarios optaron por no penalizar a ninguno de los pilotos.

Tensiones internas con Williams y su compañero
El verdadero enfado de Sainz llegó después, cuando arremetió contra la gestión interna de Williams y, en particular, contra su compañero Alex Albon. Ya en la primera vuelta, ambos pilotos se tocaron, lo que dañó el monoplaza del español. “Tuve daños por el toque con Alex en la salida. Después cometió un error y le pasé, pero el equipo dijo que mantuviéramos posiciones. No sé si él recibió el mensaje, porque me volvió a adelantar”, declaró visiblemente molesto.
La tensión en el equipo no termina ahí. Sainz también cargó contra el enfoque general de Williams durante el fin de semana. Cuestionó la toma de decisiones estratégicas y puso como ejemplo la gestión de los neumáticos: “Salí con una rueda usada por culpa del equipo. Tenemos que ejecutar mejor los fines de semana”.
Con estos reproches públicos, el madrileño dejó claro que su futuro en la escudería de Grove está lejos de ser idílico. La frustración acumulada apunta a un clima tenso en el box, y si los resultados no mejoran pronto, el desenlace podría llegar más pronto que tarde.