Una vieja leyenda de Mercedes llega a Silverstone: el equipo verde pone la mira en 2026
No se ha fichado a un piloto, pero casi. La llegada de Duncan Elliott a Aston Martin puede tener más impacto que cualquier cambio de volante en esta fase de la temporada. El veterano diseñador, clave durante años en la dominación de Mercedes, ha salido de su retiro para unirse a las filas del equipo británico en uno de esos movimientos que no llenan titulares… pero cambian destinos.
Elliott ocupará el puesto de diseñador jefe, reportando a Luca Furbatto, y lo más interesante: estará bajo el ala de Adrian Newey. Sí, el genio de los alerones imposibles y los túneles de viento ha empezado a rodearse de un equipo a su medida, como si empezara a componer su sinfonía final para 2026. Porque no lo dudemos: esa temporada será la que defina quién manda en la nueva era de la Fórmula 1.
Alonso, el eje del proyecto: contrato largo y sed de gloria
Y en el centro de todo, Fernando Alonso. El asturiano no sólo ha renovado hasta 2026, lo ha hecho con la promesa de un rol activo dentro y fuera del cockpit. Aston Martin no ha fichado a un piloto; ha fichado una figura total, un embajador, un arquitecto de proyectos y, quién sabe, un futuro jefe de escudería. Alonso ya no corre sólo por podios: corre por legado.
Que siga en Aston Martin más allá de 2026 no dependerá sólo del rendimiento del coche, sino del valor del proyecto. Y el fichaje de Elliott es precisamente eso: una declaración de intenciones. Un mensaje en clave técnica que dice: “esto va en serio”.

De las sombras de Mercedes al verde esperanzador
La trayectoria de Elliott en Mercedes es la de un sabio en la sombra. Nunca protagonizó portadas, pero sus ideas firmaron algunos de los conceptos aerodinámicos más eficaces de la era híbrida. Que ahora haya decidido abandonar su jubilación (voluntaria) para subirse a este barco es, como mínimo, revelador. Lo que ha visto le ha convencido. Y eso, viniendo de alguien que ha vivido una dinastía, no es poca cosa.
Silverstone como punto de inflexión
Este movimiento, sumado a las recientes mejoras en suelo y suspensiones que debutarán en Silverstone y Spa, dibuja una imagen nítida: Aston Martin ha dejado atrás las prisas de 2023 y ha adoptado una estrategia de profundidad. Ya no es el equipo de las sorpresas esporádicas. Quiere ser una certeza constante.
Así, mientras el paddock sigue especulando sobre contratos, fichajes y traiciones, en Silverstone se construye algo menos visible, pero más poderoso: un equipo que se prepara para reinar. Y Alonso, que ya ha visto muchas películas, parece convencido de que esta vez el guion podría tener un final feliz.