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Verstappen sigue siendo el rey en Imola

El neerlandés gana en Imola por cuarto año seguido y reactiva su dominio

En un circuito tan mítico como el de Imola, Max Verstappen volvió a demostrar que sigue siendo el amo de la Fórmula 1. El piloto de Red Bull no solo ganó el Gran Premio de Emilia-Romaña, sino que lo hizo en el día más simbólico para su equipo: la carrera número 400 de Red Bull en la F1. No podía haber homenaje mejor.

Verstappen arrancó con el cuchillo entre los dientes. En cuanto se apagaron los semáforos, le arrebató el liderato a Oscar Piastri, que no pudo aprovechar su pole y cometió un error estratégico con una parada demasiado temprana. El resto fue una exhibición de ritmo, concentración y control. Ni el coche de seguridad virtual, ni los intentos de recorte de los McLaren, ni siquiera el desgaste de neumáticos… nada alteró el plan de Verstappen, que se llevó su segunda victoria del año con autoridad.

Imola 2025

Una lucha papaya sin órdenes de equipo

El espectáculo estuvo más atrás. Lando Norris y Oscar Piastri ofrecieron uno de los duelos más bonitos de la carrera, sin órdenes de equipo y con respeto pero intensidad hasta el último giro. Al final, Norris se quedó con el segundo puesto y el australiano cerró el podio en tercera posición, aunque con la sensación de que con otra estrategia el resultado podría haber sido distinto. A Piastri le perjudicó el tráfico en boxes y no tener neumáticos nuevos para el tramo final.

Sainz y Alonso, entre la impotencia y el castigo del VSC

No fue una gran jornada para los pilotos españoles. Carlos Sainz, con un Ferrari que volvió a dejar dudas, terminó octavo, lejos de la lucha por el podio y sin opciones de ir más allá tras perder ritmo en la segunda mitad. Por su parte, Fernando Alonso volvió a vivir una carrera frustrante, condicionado por la estrategia y un VSC que le arruinó el plan. El asturiano acabó en la undécima posición, fuera de los puntos y visiblemente contrariado por su falta de ritmo.

Ferrari salva la honra en casa… a medias

La Scuderia llegaba a su gran premio de casa con la presión del Tifosi y una clasificación que había sido un jarro de agua fría. Sin embargo, Charles Leclerc y Lewis Hamilton (en su Ferrari para 2025) consiguieron salvar los muebles. El británico fue cuarto y el monegasco, que rodaba quinto, terminó sexto tras un toque con Alex Albon en la penúltima vuelta.

Imola ha servido para que Verstappen vuelva a marcar territorio. Red Bull sigue arriba, pero McLaren le pisa los talones. Ferrari resiste. Y Mercedes… sigue buscando. El Mundial 2025 aún tiene muchas curvas por delante, pero el campeón ha hablado. Y lo ha hecho ganando.

Fernando Alonso