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Exclusividad inglesa en el nuevo Aston Martin DB5 Goldfinger

El coche se hizo muy famoso por el rodaje de la exitosa e histórica cinta del Goldfinder de 1964

Los seguidores más fieles del motor y de las películas de James Bond están de enhorabuena, y muchos aplaudirán como nunca antes. Hablamos del Aston Martin DB5 plateado que se ha convertido en sinónimo de estilo atemporabilidad, en lo que la marca construyó cerca de 900 unidades del DB5 entre 1963 y 1965.

Con el mismo James Bond como el más famoso de los propietarios originales, el agente secreto más conocido del mundo,, quien condujo por primera vez el coche en la película de 1964 Goldfinger. Y es que, ahora, después de 55 años de la última producción, Aston Martin ha vuelto a su fabricación.

Se trata de una producción limitada del histórico automóvil

Se trata del programa Continuation, donde la marca de Aston Martin, que comenzó en 2017 con el DB4 GT, ha realizado la sucesión de este nuevo DB5 que se presenta como uno de los modelos más valiosos. Es así que la firma de lujo decidió recrear la mayoría de ellos en estas unidades de producción limitada.

Por ello, no es de extrañar que el equipo encargado de resucitar al deportivo británico tarde alrededor de 4.500 horas en realizar todo el trabajo necesario, cuyo precio no está al alcance de cualquier: piden nada menos que unos 3 millones de euros, sin incluir impuestos. Pero la oportunidad es muy suculenta…

Llevada a cabo por la División de Patrimonio de Aston Martin, cada una de las 25 unidades nuevas se están construyendo con la mejor calidad utilizando una combinación de artesanía clásica, lo que hace parecer que no sea un coche más de andar por la ciudad, sino más bien una reliquia muy bien pesada.

El coche cuenta cuenta con una cilindrada que desarrolla 290 CV

Todas las unidades son meticulosamente detalladas, con algunas modificaciones y mejoras para garantizar los más altos niveles de calidad de construcción, siendo así pintadas en un color gris similar al original y cuentan con unos paneles de la carrocería fabricados en aluminio, unidos a un chasis de acero.

Debajo del capó se encuentra un bloque de seis cilindros en línea de aspiración natural y 4.0 litros de cilindrada que desarrolla 290 caballos de potencia. Este propulsor se asocia a una caja de cambios manual de cinco velocidades, que envía toda la energía a las ruedas traseras y se ayuda de un diferencial autoblocante mecánico.

Sainz