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Cabreo monumental de Lisa en First dates deja sin reacción a Miguel

A pesar de que tenían en común el gusto por viajar, hubo un detalle que ofendió a la madrileña

Lo bueno de First Dates es que nos ofrece un espacio donde podemos ver las reacciones más inauditas de los comensales, así como la de Lisa. La madrileña de sangre pura así como se ha definido, ama y respeta a su ciudad, y no tolera que alguien venga a hablar mal de ella. Mientras ella esté presente que no mencionen la capital española si es para criticar.

Pues eso fue lo que pasó cuando Miguel trataba de entablar una buena conversación con ella. Ambos demostraron que uno de sus mayores placeres está en viajar por todo el mundo, pero también les gusta la geografía nacional. Él también es de Madrid y aunque no habló mal de su ciudad, dijo que Barcelona es mucho mejor y más bonita.

first dates Lisa
Lisa es madrileña de pura sangre y no tolera que hablen mal de su ciudad.

“Me estás ofendiendo” la reacción de Lisa ante el comentario de Miguel en First Dates

La pareja de madrileños se dieron cuenta que coincidían en muchas cosas y eso fue aumentando la química entre ambos, que vieron una posibilidad de éxito pues estaban al frente de un posible compañero de viaje y algo más. No obstante, el castillo de ilusiones se caería cuando Miguel Exclamó  “Me parece una ciudad más bonita” refiriéndose a Barcelona y comparando a Madrid.

La chica no se quedó callada y también exclamó “Me estás ofendiendo”. Rápidamente el chico quiso revertir la situación y empezó a hablar maravillas de Madrid. Algo que fue cambiando la expresión de enojo de Lisa. “Para ser economista eres muy inteligente emocionalmente” le dijo ella ante ese cambio de opinión.

A Lisa le brillan los ojos cuando habla de Madrid y así lo demostró en First Dates

“Sentir una libertad plena cuando camino por sus calles. Es una ciudad muy moderna, me gusta la gente de Madrid, me siento bien con la mentalidad de aquí. La gente de Madrid es cálida, libre, independiente, saben estar en familia, saben estar solos… cómo yo” dijo Lisa cuando se inspiró para describir su ciudad.

Miguel admiró el amor y el sentido de pertenencia que tiene Lisa, y por eso cayó en cuenta del porqué se había ofendido al decir que Barcelona era mejor. Además, la chica confesó que le gustan los madrileños, por lo que el comensal tenía grandes expectativas con él. Así pues, ambos decidieron darse una oportunidad de salir por las calles de Madrid y tener una segunda cita.

La química también fluyó en la cita de Paula y Max

En esta ocasión fuimos testigos de una cita entre una pareja dispareja en First Dates, conformada por la santa Paula y el malote Max. La sevillana fue la primera en entrar al restaurante de Cuatro, y en su presentación dejó claro que está buscando un hombre “normal” para tener una relación seria y porqué no confirmar una familia.

Está claro que Paula va con todo y no viene a vacilar al dating show. Pero cuando vio entrando a Max se le vino el mundo encima. Su estado de shock solo podía traducir dos cosas, o le gustó mucho o no le gustó para nada. Al parecer fue lo primero, ya que luego de que este se acercó a la barra la chica emitió una tímida sonrisa.

Para todo hay una primera vez y Paula lo comprobó en First Dates

El gallego de pelo rubio, piercings y tatuajes parece que le gustó a la sevillana, que aseguró que nunca había estado con un hombre así. “Nunca he estado con nadie que sea así, siempre he estado con alguien muy parecido a mi, muy normal, sin tatuajes, sin piercings…” Bueno querida, para todo hay una primera vez.

En cuanto a lo que pensaba él, admitió que le gusto esa ternura de Paula y su “mirada transparente”. Ya de entrada el físico del gallego le gustaba a ella en otra forma, pero cuando intercambiaron palabras, la personalidad arrolladora terminó de seducir a la indecisa mujer. Max le habló de que es muy responsable en todo lo que hace, y que hace las cosas con pasión.

Las apariencias engañan, esa fue la lección que aprendió Paula en First Dates

El chico malote que entró por las puertas del restaurante, luciendo sus tatuajes y piercings, resultó ser más sensible de lo que Paula creía. Y es que en un momento de la cita, la chica le preguntó por su tatuaje en el rostro que decía familia, y este confesó que desde muy niño supo que era adoptado y había nacido en Ucrania.

Otra cosa que dejó impactada a Paula fue el hecho de saber que Max sufre de ansiedad a causa de algunos trastornos infantiles. “Lo ha tenido que pasar realmente mal” decía la sevillana ante las cámaras. Lo que empezó un poco chueco terminó más firme y recto que nunca ya que ambos accedieron a tener una segunda cita.

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