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Fátima se vacía en First Dates al reconocer sus carencias físicas

La mayoría de veces vemos comensales bastante confiados y con el ego hasta el cielo pero en otras ocasiones más particulares como la de la fotógrafa, somos testigos de la modestia en su máximo esplendor

En First Dates vemos casos de casos, en ocasiones comensales que se creen de la realeza o actores de Hollywood y en el caso de Fátima la modestia en su máxima expresión. La fotógrafa de profesión sabe que su físico es envidiable y que cualquier hombre caería a sus pies, pero ella asegura que es fea y que nunca le han dicho un piropo.

“Tengo poca autoestima porque soy ‘un orco de Mordor’, lo acepto, es lo que hay, es algo que tengo que superar. Pero soy muy graciosa”. Sin embargo, Elsa Anka no estaba de acuerdo, ya que apenas vio entrar a Fátima por las puertas de First Dates, destacó su gran físico. Y es que la murciana tiene porte y un estilo único con tatuajes y piercings.

first dates Fátima
Aunque físicamente se parecieron atractivos, ambos encontraron obstáculos para no tener una segunda cita.

Aunque físicamente atrajeron, Fátima no le gustó un detalle de Arnau en First Dates

Y entonces llegó Arnau, un valenciano el cual trajo consigo un tambor de chamán que le regaló su padre cuando este tenía 15 años, y que según él, le ayudó a superar un cáncer. A primera vista el chico le pareció simpático a ella y viceversa. Sin embargo, no le convenció mucho el tema del chamanismo por lo que la cita se empezó a torcer.

Fátima también tenía un detalle que no gustó mucho a Arnau, la chica tenía un hijo de 2 años. “Siempre que he estado con niños tan pequeños me he sentido muy incómodo porque necesitan atención todo el día” decía el chamán. Con un pretexto cada uno para no tener una segunda cita, ya sabíamos que iba a pasar en la decisión final.

El último detalle en la cita de First Dates entre Fátima y Arnau que dejó muy mal parados a ambos

Con la decisión ya tomada (no tendrían una segunda cita) ambos se disponían a salir del restaurante en la prisa de no perder más tiempo ahí. Sin embargo, no se pusieron de acuerdo a ver quien pagaba la cuenta y en el afán de marcharse de ahí, solo pagaron la mitad de la cuenta.

Quien no había dado un solo euro fue Arnau así que le tocó devolverse sacar su billetera y pagar lo que se había comido. Sin duda una cita para el olvido con un final de no creer, y una sensación de insatisfacción por no haber encontrado una pareja sentimental, y ni siquiera una amistad. Una vez más tenemos que decir, no triunfó el amor en First Dates.

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