La situación vivida en el último programa exigió al máximo al chef, que acabó descubriendo el origen de los problemas del bar El Callejón, donde se topó con un grave problema que permanecía oculto
Alberto Chicote volvió el pasado jueves con una nueva entrega de Pesadilla en la cocina. Una nueva entrega que en esta ocasión tuvo lugar en el sur de España, donde visitó el bar El Callejón. Allí se encontró con uno de los retos más difíciles de su carrera, pues ni siquiera fue bien recibido en el restaurante. Algo que le extrañó muchísimo, pues él mismo se sorprendió de ser llamado y de no ser querido.
A posteriori es cuando hemos conocido, según recientes declaraciones del dueño del restaurante, que en ningún momento contactaron al programa de La Sexta. Y es que David aseguró que fueron ellos mismos quienes visitaron el restaurante y le ofrecieron la posibilidad de grabar un programa. Algo que a pesar de sus dudas acabó aceptando, llevando a su restaurante a Alberto Chicote y a Pesadilla en la cocina.
Chicote alucinó en el último programa de Pesadilla en la cocina
Como pudimos ver en el programa, una de las grandes protagonistas fue Tere. Se trataba de la madre del dueño del restaurante y de la cocinera del mismo. Una cocinera que en todo momento se mostró contraria a Alberto Chicote, a quien parecía tener una especial manía. No obstante, hasta que no se sentaron tranquilamente a hablar, no fue cuando los sentimientos afloraron.
Tere, que siempre se había mostrado como alguien muy dura y con la que apenas se podía hablar, acabó contándole a Chicote el por qué de su personalidad. Según comentó, su vida no había sido nada fácil, pues le tocó una persona que la maltrató, que le pegó y que la apartó de su familia. Una dura vivencia que le hizo forjar esta dura personalidad que tiene ahora.
Chicote acabó llorando en el bar El Callejón
Tras contarle esta dura vivencia al chef, Tere le confesó que cuando discutían a gritos en cocinas, le recordaba a la situación que vivió con el padre de sus hijos. Alberto Chicote fue incapaz de contener las lágrimas y lo vimos como nunca antes en Pesadilla en la cocina. Por suerte para él y para el programa, todo pareció haber cambiado para el bar El Callejón.
Las valoraciones de los clientes han cambiado para bien desde su visita y el restaurante parece salir a flote. No obstante, David no está nada contento con el paso de Pesadilla en la cocina por su restaurante. Y es que considera que no se ha mostrado la realidad en televisión, llegando a asegurar que muchas de las cosas que se han visto están orquestadas y falseadas por el propio programa.
