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Felipe VI vetado en ceremonia presidencial en México

La exclusión del rey Felipe VI provoca la decisión del Gobierno español de no asistir al evento presidencial en Ciudad de México

El gobierno de España ha decidido no enviar representación a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta de México debido a la exclusión del rey Felipe VI de la ceremonia. Este gesto, considerado inaceptable por el Ministerio de Asuntos Exteriores español, ha generado un distanciamiento en las relaciones bilaterales entre ambos países.

El comunicado oficial dejó claro que no habrá participación española en el evento. Las relaciones entre España y México han estado en pausa desde 2022, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó al gobierno español por lo que consideraba una falta de respeto histórico.

La situación actual refleja una tensión política que afecta la diplomacia iberoamericana.

Las tensiones entre España y México tras la crítica de AMLO

La exclusión del rey Felipe VI es un episodio más en las tensiones diplomáticas entre ambos países. El presidente López Obrador ha reiterado en varias ocasiones su demanda de que España se disculpe por los abusos cometidos durante la conquista. Esta solicitud, que no ha obtenido respuesta, ha complicado las relaciones bilaterales.

A pesar de que Claudia Sheinbaum podría tener la oportunidad de retomar el diálogo entre ambos países, su toma de posesión estará marcada por la ausencia española. Este gesto diplomático refuerza la distancia entre México y España, con miras a redefinir sus relaciones futuras.

La postura de España ante la exclusión del rey en eventos diplomáticos

La exclusión del rey Felipe VI ha sido vista como una ofensa para la diplomacia española. Durante décadas, el monarca ha sido una figura clave en la representación de España en eventos latinoamericanos, asistiendo a más de 80 tomas de posesión en América Latina. Su ausencia en la ceremonia de Claudia Sheinbaum subraya la magnitud de la controversia actual.

El futuro de las relaciones entre ambos países es incierto. Aunque el país latino ha invitado a todas las naciones con las que mantiene relaciones diplomáticas, España ha decidido no participar, lo que podría tener repercusiones en el escenario internacional.