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Pija redomada triunfa en First Dates confundida con Rosalía

El programa de citas contó con una de las invitadas que a opinión de los espectadores resultó muy superficial y alejada de la realidad

First Dates tiene el don de mostrarnos a menudo a invitados que ciertamente se sabe desde el inicio que van a llamar la atención de los epsectadores… y no para bien. Sobre todo en lo que tiene que ver con las que son muy presuntuosas, superficial… o que tienen una imagen muy alejada de la realidad. Y con Ana pasó algo así.

Hablamos de la invitada y comensal que se presentó como una persona “que le gusta mucho el lujo” y que “no puede vivir sin marcas”, una apasionada de ir de compras… que hizo no sentar muy bien al público, que en un constante a la opinión de los espectadores comenzaron a criticar su look. “¿Los Morancos disfrazados de Rosalía?”, decían.

Ana llegó a First Dates buscando un hombre que comparta sus cosas caras

Ana es amante del lujo y buscaba en First Dates a un hombre fibrado

Ella, Ana, conocida como Ana Dubai por sus amigos, se considera elegante, sexy y provocativa, una mujer amante del lujo que llegó a First Dates en busca de un hombre fibrado, elegante y que comparta su pasión por las cosas caras, como dijo a cámara y ante la co-presentadora, Lidia Torrent.

“Me da igual que sea pastelero o lo que sea, el dinero le tengo yo”. Para que su cita supiera algo más de ella, le ha dejado unas fotografías de su casa, un hogar lleno de lujo y con un bebé reborn. Mientras esperaba, llegó su cita, Cayetano. El cordobés afincado en Palma de Mallorca por trabajo, reconoció que “soy feíllo, pero simpático”.

First Dates
En First Dates Ana llamó la atención por sus forma de vida

A la comensal no le importa a qué se dedique su cita “porque el dinero ya lo tengo yo”

Además, “tuve una relación de 12 o 13 años, pero se acabó el amor”. Y le comentó a Torrent el perfil que buscaba: “Las mujeres me gustan sencillas y que me hagan reír”. Durante la velada a ambos les dio tiempo a conversar sobre trabajo, amores y amores pasados. “Me he casado y divorciado dos veces”, comenzó a explicar Ana para después confesar uno de sus mayores traumas.

“Con el primero estuve seis años y los últimos cuatro, no me besó en la boca con lengua”, explicó a su cita. Cayetano no se lo podía creer admitiendo que él no aguantaría tanto tiempo sin dar un beso así. Aún así en la decisión final los dos comensales coincidieron en no darse una segunda oportunidad porque para Ana su cita físicamente no le gustó y para Cayetano su relación no llegaría a buen puerto.

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