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Principales desavenencias en The Big Bang Theory con Sheldon y Leonard

Rompimiento de varias normas pudieron haber terminado en una guerra sin precedentes entre los dos personajes

El formato en que The Big Bang Theory empezó su trasegar es muestra de cuán arriesgado puede llegar a ser presentar un producto alternativo en una etapa lineal de las producciones, además de los guiones creativos y de las ocurrencias disparatadas que enmarcan por ejemplo las directrices de convivencia entre Sheldon y Leonard, las cuales aún siguen haciendo mella en todos sus seguidores.

La serie se hizo famosa por agregar varias referencias de un universo donde los nerd son lo más cuidadoso posible con sus preferencias, además de algunas marcadas influencias de la música Pop que por el inicio de los 2000 eran tan populares. Ideas que poco a poco fueron tomadas también por otras producciones, pero claramente sin el éxito que obtuvo la serie de los científicos.

Una de las particularidades que hizo célebre a la producción fue el “contrato de compañeros de piso” que sostenían Sheldon y Leonard, donde singularmente cada cláusula era un código de comportamiento donde los dos deberían cumplir a cabalidad cada una de las normas si quisieran vivir de una manera armónica y en sana paz, cosa que como se vio en la serie no fue cumplida por Sheldon.

Dicho contrato iba desde la no tenencia de mascotas, pasando por uno tiempos establecidos para mantener relaciones sexuales, hasta el no asistir a eventos si no se está en compañía del otro. Desafortunadamente para Leonard, sheldon en muchas ocasiones incumple dichas normas redactadas por él mismo, cometiendo un gran error al ocurrírsele la gran idea de hacer dicho documento para una supuesta sana convivencia.

Sin embargo, Leonard al ver dichas violaciones en varias de estas normas, opta por llamar a la madre se Sheldon, para que esta pueda llegar a poner en su lugar al compañero que por más control que hubiese querido tener, claramente era el que más las estaba incumpliendo, al contrario de Leonard, quien muy extrañamente se acogió a las exóticas exigencias.