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Radical de VOX en First Dates arruina su cita por antiguo y carca

Lo que parece ser un machista, se ha colado en el dating show de manera inaudita

El personaje de hoy en First Dates, se muestra como lo más transparente posible y la verdad que así lo es, pues de entrada confesó que es todo un admirador de VOX. Esto causó sorpresa en Carlos Sobera, pero al igual siguió escuchando al hombre. “Soy una persona alegre, extrovertida, risueña…” terminó por decir el valenciano.

Entre su fanatismo político Gabriel dejó claro que es más facha que el propio presidente de VOX, y lanzó lo que parecía ser un discurso. “Santiago Abascal, de Vox, un tío de p*** madre, con dos coj****, que defiende el país. Lo que no se atreve a decir nadie, lo dice él” expresó con gran convicción el hombre de derechas.

first dates Vox
Desde su llegada a First Dates, Gabriel llegó impartiendo su ideología política que terminó espantando a Cristina.

El fanático de VOX no tiene un prototipo de mujer en First Dates, pero le gustaría una mujer dedicada exclusivamente al hogar

Como era de esperarse, Gabriel no tiene un ideal de mujer en sí, pero al igual tiene claro que le gustaría que fuera una mujer que no saliera de la cocina. Cristina fue la mujer que tuvo que soportar la bochornosa cita, y le hizo frente a todas las ideas retrogradas del facha. “Ese hombre me da miedo” reconoció con una sonrisa nerviosa.

“Si te encuentro a ti, ya me cocinarás tú” le afirmó Gabriel, La comensal pensó que se trataba de una broma, pero al ver la seriedad del valenciano le reclamó. “No, planchar no plancho y cocinarte tampoco lo haría”. Luego dejó claro que a ella si le gusta el arte culinario, pero no para atender a algún hombre y menos al comensal de VOX.

Gabriel dejó a un lado el fanatismo de VOX y le hizo un baile a Cristina al estilo Julio Iglesias, Los seguidores de First Dates no lo podían creer

Gabriel vio como su postura política no gustó para nada a Cristina y apeló a otras tácticas de seducción. La comensal sorpresivamente aceptó pasar al privado solo para curiosear como terminaría la cita. Una vez allí, el valenciano aprovechó su gran gusto por Julio Iglesias, y bailó eróticamente esperando conseguir un beso.

El hombre solo consiguió calabazas por parte de la chica, que además le dejó claro una cosilla. “Mi abuela me ha dicho que besos no y yo hago lo que me dice” contestó Cristina. Ya en la decisión final, la mujer fue quien tomó la iniciativa, “Hay muchas cosas de ti que no me encajan”, creemos que una de ellas es su machismo disimulado.

Óscar Pasapalabra