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Rubén Sánchez firma su sentencia en Supervivientes 2022 con brutal desacato

El concursante ha metido la pata al dirigirse al equipo de grabación, algo que está prohibido

La pasada semana conocimos al primer expulsado de Supervivientes 2022, que fue Rubén Sánchez. El concursante había tenido varios enfrentamientos con sus compañeros y la audiencia lo eligió como el primero que debía abandonar la isla. Sin embargo, el reality de Telecinco tenía otros planes para él.

Desde su expulsión, Rubén Sánchez se convirtió en el primer parásito de la edición, por lo que actualmente está concursando solo. Pero ni por estas ha conseguido evitar la polémica, pues en una de las últimas emisiones ha metido la pata hasta el fondo con el equipo del programa.

Supervivientes Rubén Sánchez
Rubén Sánchez ha cometido un grave error en el reality

Rubén Sánchez traspasa todos los límites en Supervivientes 2022

Una de las reglas de Supervivientes es que los concursantes no pueden hablar ni mirar a los cámaras ni al resto de equipo de trabajo del reality. Una norma que se ha saltado Rubén Sánchez, pues se ha dirigido a uno de ellos. Pero la cosa no solo ha quedado ahí.

El concursante también ha tenido varias faltas de respeto hacia el cámara, lo cual ha molestado profundamente al programa. Es por eso que los espectadores lo señalan como el primer expulsado definitivo de Supervivientes 2022, pues la dirección del reality no quiere que continúe en la isla.

Las gran metedura de pata de Rubén Sánchez

Como hemos podido ver, en primer lugar Rubén Sánchez se ha dirigido a uno de los cámaras visiblemente molesto pidiéndole que lo dejara en paz un segundo, pues no estaba para tonterías. Pero además, también aseguro que iba a cenar cuando a él le saliera de sus partes.

Carlos Sobera ya se ha pronunciado al respecto y ha asegurado que Rubén Sánchez no solo no ha entendido el trabajo de los cámaras, sino que además también complica su labor. Ahora, solo queda esperar para ver si el reality interpone alguna sanción al concursante, que está contra las cuerdas.

Mamen Mendizábal