Carlos Alcaraz ha regresado al circuito ATP con buenas sensaciones en su primer entrenamiento en el Masters 1000 de Roma, dejando atrás las molestias físicas que lo alejaron de la competición en semanas recientes
Después de semanas de incertidumbre por su estado físico, Carlos Alcaraz ha vuelto a la acción sobre la arcilla del Foro Itálico, donde se le vio suelto y enfocado durante su primer entrenamiento previo al Masters 1000 de Roma. Su participación en el torneo llega tras renunciar al Mutua Madrid Open para recuperarse de una lesión en el aductor que lo obligó a parar tras retirarse en la final del Conde de Godó frente a Holger Rune.
En esta primera toma de contacto con la tierra batida romana, Alcaraz peloteó con el italiano Flavio Cobolli, número 34 del mundo, en una sesión abierta al público que generó gran expectación. El español no participaba en el torneo desde 2023, cuando fue eliminado en tercera ronda por Fabian Marozsan, y en 2024 se había perdido el evento por una molestia en el antebrazo. Esta vez, el regreso se dio con sensaciones mucho más positivas.

Un entrenamiento simbólico con sabor de cumpleaños
El encuentro entre Alcaraz y Cobolli no solo fue tenístico, también tuvo un toque simbólico. El joven italiano celebraba su cumpleaños número 23 peloteando con uno de los referentes del circuito, mientras que el español acababa de cumplir 22 años el día anterior. La escena se vivió muy cerca del Estadio Olímpico de Roma, donde juega la Roma, club del que Cobolli es seguidor, lo que dio un aire especial al entrenamiento.
A nivel físico y técnico, el ensayo dejó impresiones sólidas. Alcaraz se mostró cómodo, sin limitaciones en sus desplazamientos ni señales de la lesión reciente. Su estreno oficial será este viernes 9 de mayo, cuando enfrente al ganador del duelo entre el japonés Yoshihito Nishioka y el serbio Dusan Lajovic, quien entró al cuadro principal tras la baja del alemán Jan-Lennard Struff.
Rodaje clave pensando en Roland Garros y un posible duelo con Sinner
Más allá del resultado en Roma, Alcaraz tiene claro que su verdadera meta es alcanzar el 100% de forma para Roland Garros 2024, el gran objetivo de la temporada en tierra batida. El torneo italiano es una oportunidad ideal para ganar ritmo competitivo, ajustar su tenis y medirse ante rivales de peso en condiciones similares a las que enfrentará en París.
Entre esos posibles rivales destaca Jannik Sinner, quien regresa al circuito tras tres meses fuera por lesión. El italiano jugará en casa con la intención de afinar su juego de cara al Grand Slam parisino, igual que el murciano. Un cruce entre ambos en Roma no solo elevaría la emoción del torneo, también serviría como antesala de una rivalidad que puede marcar el presente y el futuro del tenis mundial.