Es noticia:

Carlos Alcaraz avanza sin ceder sets en Roma: vence a Djere y ya mira a Khachanov

No fue un vendaval, pero sí una victoria firme. Carlos Alcaraz ya está en octavos del Masters 1000 de Roma tras imponerse al serbio Laslo Djere por 7-6 y 6-2 en una hora y 43 minutos. Lo hizo sin alardes, pero con ese instinto de campeón que aparece justo cuando más se le necesita

El murciano no firmó su partido más espectacular sobre tierra batida, pero cumplió con creces ante un rival incómodo, especialista en esta superficie, que ya le había dado batalla esta misma temporada en el Conde de Godó. Como entonces, Alcaraz volvió a imponerse. Y lo hizo, además, en dos sets sin fisuras, apoyado por un público del Foro Itálico completamente entregado.

Primer set: de la espesura al rugido

El arranque fue turbio. Errores con la derecha, dudas con el revés y un 1-3 en contra. Parecía que Alcaraz no encontraba el tono, y Djere se sentía cómodo en los peloteos largos, aprovechando las condiciones lentas del polvo de ladrillo romano. Pero entonces llegó el primer “¡Vamos!” con puño cerrado tras un break que cambió la narrativa.

El español empezó a empujar más con las piernas y menos con las dudas, y aunque Djere resistió e incluso logró romper para igualar a 5-5, el tiebreak fue un monólogo de Alcaraz: más agresivo, más valiente, más presente.

Djere se resiente, Alcaraz no perdona

Nada más finalizar ese primer parcial, Djere pidió la asistencia del fisioterapeuta por molestias en el codo derecho, unas dolencias que arrastraba desde Montecarlo. Aunque intentó seguir con dignidad, el dolor —y la cinta kinesiológica que lucía— lo limitaron visiblemente. Y en ese escenario, Alcaraz olió la sangre.

Con instinto de depredador y mirada fija en la siguiente ronda, el murciano voló hacia un 4-0 demoledor. Djere, entre la impotencia física y el empuje rival, ya no pudo sostener el ritmo. El segundo set fue un trámite: 6-2 y a casa.

Carlos Alcaraz
Carlos Alcaraz avanza en Roma

Un torneo por conquistar

Carlos Alcaraz nunca ha ganado Roma, y esa espina no le molesta… todavía. Pero él mismo sabe que esta edición es una gran oportunidad para ponerle su firma al Foro Itálico. Ya ha eliminado a dos especialistas como Lajovic y Djere sin perder un solo set.

Ahora lo espera Karen Khachanov, un rival de potencia y fondo, pero que también ha sentido los altibajos del circuito. Si Alcaraz mantiene el foco —ese que a veces se le escapa en los inicios—, puede seguir avanzando con paso firme hacia un título que sería una declaración de poder en la antesala de Roland Garros.

Porque cuando no se gana por arte, se gana por instinto. Y en eso, Alcaraz tiene de sobra.

Alcaraz