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Carlos Alcaraz avisa a Sinner: El mejor momento para ganar el US Open y recuperar el N1

Carlos Alcaraz llega en su mejor momento al US Open 2025. Con cinco victorias sin ceder un set y plena confianza física y mental, el español se perfila como uno de los grandes favoritos para conquistar el torneo

Carlos Alcaraz no solo juega al tenis; últimamente parece que conversa con él. En la pista del US Open 2025, cada golpe suyo suena menos a esfuerzo y más a declaración de intenciones. “Estoy aquí, y estoy mejor que nunca”. Tras eliminar con sorprendente facilidad al francés Arthur Rinderknech, el murciano se ha plantado en los cuartos de final sin conceder un solo set, como si quisiera recordarle al público neoyorquino y a Jannik Sinner en particular que la cima del ranking no se alquila, se conquista.

Lo curioso es que su mayor victoria no está en el marcador, sino en la cabeza. “Es mi mejor momento mentalmente”, confesó tras el partido, con esa mezcla de humildad y orgullo que solo los grandes pueden sostener sin parecer arrogantes. Antes, Alcaraz jugaba con la furia de la juventud; hoy, lo hace con la serenidad del que sabe que un punto perdido no es un drama, sino un prólogo. Entre el chico eléctrico de 2022 y el hombre que ahora desliza su raqueta hay un abismo, la impaciencia de entonces frente a la regularidad de ahora.

Madurez: regularidad y un saque que marca la diferencia

La temporada de Alcaraz es un mapa donde no faltan las montañas más altas, alcanzó al menos los cuartos de final en todos los Grand Slams de 2025, un registro que habla menos de talento y más de constancia. Si el tenis fuese un río caprichoso, él ha aprendido a domar sus corrientes, navegar cuando la marea baja y resistir cuando el oleaje arrecia. No es solo un jugador en forma, es un competidor que ha logrado convertir la excepción en rutina.

Ahora bien, en Nueva York lo espera un obstáculo con nombre y apellido, Jiri Lehecka. El checo, vigésimo cabeza de serie, no es un rival que se deje intimidar por los fuegos artificiales del US Open. Presiona con el saque, ataca sin pausa, incomoda como esas piedras invisibles en el zapato. Alcaraz lo sabe, la batalla no se ganará solo con el drive, sino con la precisión quirúrgica de su servicio, esa arma que antes era un talón de Aquiles y hoy es un salvavidas.

El desafío de volver a la cima

Con cada victoria, Alcaraz afila un objetivo que nunca ha ocultado, recuperar el número uno mundial. Lo perdió en favor de Sinner, sí, pero los rankings tienen algo de espejismo, hoy están en tu contra, mañana se inclinan a tus pies. Y este US Open puede ser la bisagra perfecta para cerrar un ciclo y abrir otro. ¿Qué mejor escenario que el Arthur Ashe, con sus gradas infinitas, para recuperar la corona?

El murciano no promete espectáculo, lo encarna. Su ambición no suena a capricho juvenil, sino a convicción adulta. Busca su segundo US Open con la determinación de quien ya no quiere demostrar que puede, sino confirmar que es. Nueva York, ciudad de excesos y resurrecciones, aguarda expectante. Y en medio del ruido, Carlos Alcaraz parece haber encontrado el silencio más difícil, el de su propia confianza.