El equipo de Coudet fue superior en juego y actitud, pero la falta de acierto y un gran Aguirrezabala impidieron la victoria
El Deportivo Alavés firmó un empate sin goles ante el Valencia CF en Mendizorroza (0-0), un resultado que deja sensaciones encontradas. El conjunto babazorro fue mejor durante buena parte del encuentro, manejó el ritmo y generó más peligro, pero volvió a tropezar con su vieja carencia: la falta de definición. Enfrente, el Valencia se sostuvo gracias a su solidez defensiva y a la notable actuación de Aguirrezabala, decisivo en varias intervenciones.
El técnico Eduardo Coudet reconoció tras el partido que el punto sabe a poco: “Duelen estos partidos. Hicimos un gran juego y fuimos protagonistas”, afirmó con visible frustración. Aun así, el argentino destacó la entrega y la intensidad de su equipo, que dominó amplios tramos del duelo, sobre todo a través de Lucas Boyé, muy activo como referencia ofensiva, y de Calebe y Abde, incisivos por los costados.
Coudet: “Fuimos protagonistas absolutos”
El entrenador admitió que el inicio fue titubeante, pero subrayó la rápida reacción del grupo. “La primera acción del Valencia fue la de mayor riesgo, pero corregimos rápido y después fuimos protagonistas absolutos”, explicó. Coudet también valoró la aportación de los jugadores del banquillo, que mantuvieron el ritmo competitivo en la segunda mitad.
Durante el encuentro, el Alavés buscó el gol con posesiones largas y una presión sostenida, aunque la falta de precisión en el último pase y las paradas de Aguirrezabala frustraron el esfuerzo local. En un día especial para Antonio Blanco, que cumplía 100 partidos con la camiseta albiazul, el equipo mostró cohesión, disciplina y una implicación colectiva que el técnico calificó como “lo mejor que le puede pasar a un entrenador”.
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Buenas sensaciones pese a la falta de gol
Coudet insistió en que su plantilla “está bien, compitiendo mucho y parejo”, y dejó claro que todos los jugadores deben estar preparados porque el once podría variar en las próximas jornadas. El tramo final fue intenso: Denis Suárez rozó el gol con una falta al palo y el Alavés siguió empujando hasta el descuento, en una demostración de carácter que el propio técnico quiso subrayar.
Aunque el triunfo se escapó, el Alavés ofreció una imagen sólida y comprometida. La única tarea pendiente sigue siendo la eficacia ofensiva, un aspecto que Coudet considera “el paso final” para convertir las buenas sensaciones en victorias.