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Borja Sainz ¿regreso a casa? El Athletic ya conoce el precio y el Norwich está dispuesto

En Lezama lo vieron irse. En Norwich lo han visto explotar. Y ahora, con un solo año de contrato por delante, Borja Sainz vuelve a sonar fuerte en Bilbao. No como un capricho de verano, sino como una pieza clave para el futuro del ataque rojiblanco si Nico Williams dice adiós

Con 19 goles y 4 asistencias en 43 partidos, Borja Sainz no solo ha sido el alma ofensiva del Norwich City esta temporada, también ha sido una de las sorpresas de la Championship inglesa. A sus 24 años, el de Leioa ha firmado su mejor curso como profesional, y eso no pasa desapercibido para nadie. Ni en Londres, ni en Estambul, ni mucho menos en Bilbao.

El Athletic ya ha tomado nota. Y en la dirección deportiva tienen claro que, si Nico Williams finalmente pone rumbo al Arsenal, hay que tener plan B, C y D listos. Pero Borja no es un parche: es una apuesta de presente con alma de canterano. Porque aunque terminó su formación en el Alavés, pasó por Lezama y su fútbol tiene acento de la casa.

Norwich abre la puerta, pero no regala la llave

Ben Knapper, director deportivo del club inglés, ha sido claro: “Esperamos propuestas, pero sólo venderemos si la oferta nos convence.” Y como referencia, se sabe que en enero Galatasaray ya tanteó la operación por 22 millones de euros. Esa es la cifra que flota ahora en el aire, aunque el hecho de que le quede solo un año de contrato puede ser una baza para negociar a la baja.

Norwich no jugará los ‘play offs’ de ascenso, no tiene técnico fijo y ya ha puesto en venta a sus principales figuras. Es decir: están abiertos a traspasos, pero no a saldos.

El Athletic, que suele moverse con inteligencia emocional (y financiera), sabe que no puede dormirse. Hay competencia —Atlético, Villarreal, clubes del extranjero—, y Borja tiene mercado.

Borja Sainz Athletic
Borja Sainz sigue maravillando a la dirección deportiva del Athletic, que desde hace meses estudia su fichaje

Una señal desde Inglaterra

Y por si faltaba algo de épica o comedia involuntaria en este baile de rumores, hace unos días su peluquero dejó caer que Borja se iba “a una nueva aventura”, alimentando la especulación. Luego, claro, rectificó en redes: “No se va del Norwich, solo se va de viaje por un tiempo”. Pero ya era tarde. El runrún había arrancado.

Porque los fichajes a veces empiezan con un malentendido, una pista irrelevante o un error en Instagram. Pero cuando la voluntad, el contexto y el pasado se alinean, la historia se escribe igual.

¿Una segunda oportunidad en la catedral?

Borja Sainz cumple todos los requisitos para volver a casa: edad perfecta, rendimiento contrastado, crecimiento constante, perfil adaptable a lo que busca Valverde (o quien venga), y algo más importante que todo eso: tiene hambre. Y eso no se compra, ni se improvisa.

En una plantilla que podría perder a Nico, la llegada de Borja sería una forma de mantener el vértigo sin renunciar a la identidad. No sería sustituirlo. Sería empezar otra historia.

Y en San Mamés, eso —una historia con raíces y ambición— siempre es bienvenido.

Laporte Athletic