En medio de los rumores sobre arribos y partidas en el Metropolitano, José María Giménez parece haber tomado una decisión con respecto a su futuro.
Es indiscutible que Josema Giménez es un pilar fundamental en el esquema de Simeone. El uruguayo lleva 12 años defendiendo los colores rojiblancos y el desgaste es inevitable. Sin embargo, y luego de una temporada flaca para el Atlético, el zaguero ya mostró su postura: quiere quedarse en Madrid.
Las intenciones del Cholo y Cerezo de traer refuerzos de jerarquía, especialmente en la zona defensiva, pusieron a Giménez en aprietos. Su titularidad podría verse afectada, pero el experimentado futbolista no teme a la competencia y quiere afrontarla. El nacido en Canelones tiene contrato hasta junio de 2028.

Ofertas suculentas y tentadoras desde Arabia
Desde que salió a flote la noticia de que Josema dejaba de ser intransferible en el Metropolitano, se prendieron las alarmas en varios equipos. Los primeros en interesarse fueron los árabes. La Saudí Pro League está en plena evolución y, se sabe, es una fuente inagotable de dinero. Los petrodólares mandan en el mercado futbolístico en los últimos años.
Según rumores, el uruguayo habría recibido una oferta de un equipo manejado por un jeque. La tentación: un contrato por cuatro años a cambio de 12 millones de euros por temporada. Es decir, un total de 48 millones. Cifras que hacen dudar a cualquiera. Sin embargo, a sus 30 años, el defensor no quiere mudarse a una liga menor y buscará, una vez más, trascender con el Atlético.
La competencia no será dura…será durísima
La decisión de quedarse en el colchonero implica pelear el puesto, día a día en los entrenamientos. Para el Cholo, Josema es una pieza clave, pero el argentino también está necesitado de reforzar esa parcela. El objetivo de contratar a Cuti Romero, Christian Mosquera, y en las últimas horas, Ronald Araujo, hacen de la zona defensiva una competencia feroz por ocupar un lugar.
Por el momento, el único de la zaga que está en la rampa de salida es el francés Lenglet. El Atlético no hará uso de la opción de compra por el defensor (el precio no supera los 10 millones) y deberá retornar al Barcelona, donde tiene contrato hasta 2027. El problema ahora pasará a ser de Laporta, ya que Flick tampoco lo tiene en cuenta.