El Villarreal y la Juventus se enfrentan en Champions con bajas importantes para los amarillos y el potente ataque de los italianos. Mikautadze y Pépé lideran a los locales, mientras la Juve llega invicta en Serie A pero con dudas en defensa.
El Villarreal se presenta ante la Juventus con una alineación marcada por ausencias dolorosas y apuestas arriesgadas. Sin Gerard Moreno ni Ayoze Pérez, Marcelino se ve obligado a rearmar su ofensiva con piezas que todavía generan más preguntas que certezas. Mikautadze y Nicolas Pépé aparecen como los nombres llamados a asumir el peso de un ataque que se quedó corto en Londres, donde un error de Luiz Júnior condenó al Submarino Amarillo en su visita al Tottenham. El 1-0 final fue un golpe áspero, porque el partido había estado bajo control hasta el instante en que se inclinó la balanza con crueldad quirúrgica.
En LaLiga, el guion fue menos cruel y algo más alentador. La victoria 2-1 frente a Osasuna sirvió como bálsamo para un equipo que necesitaba más oxígeno que puntos. Con Sevilla y Athletic Bilbao como rivales de peso en el calendario inmediato, esos duelos no solo contaron como partidos: funcionaron como termómetros de la resistencia de un plantel que se rehace sobre la marcha, con parches convertidos en protagonistas.
Juventus y su inicio cargado de emociones
Mientras tanto, en Turín, la Juventus ha elegido un camino mucho más teatral. Su empate 4-4 ante el Borussia Dortmund fue una montaña rusa que empezó en la discreción y terminó en un espectáculo de fuegos artificiales. La “Vecchia Signora” parecía condenada al drama con un 4-2 en contra en el tiempo añadido, pero en dos latidos rescató un punto que valió tanto por lo inesperado como por lo simbólico.
Ese carácter de superviviente ya se había asomado en la Serie A. La victoria 4-3 frente al Inter dejó claro que el equipo de Igor Tudor se mueve con naturalidad en la frontera entre el heroísmo y el desastre. Con tres victorias y un empate, la racha es inmaculada en los números, pero los temblores defensivos vuelven a encender las alarmas en un club que, aunque fiel a su tradición de grandeza, parece jugar con la fragilidad como si fuese parte de su estilo.
Plantillas con contrastes
En esa partida de ajedrez previa al duelo, el Villarreal aparece con piezas limitadas. Las bajas de Gerard Moreno, Ayoze Pérez, Kambwala, Ilias Akhomach, Juan Foyth y Pablo Navarro recortan el abanico de opciones de Marcelino. Sin embargo, la confianza del técnico se concentra en tres cartas: el talento emergente de Mikautadze, el dinamismo de Pépé y la verticalidad de Buchanan, recursos que buscan sostener un ataque que necesita más eficacia que promesas.
La Juventus, en contraste, dispone de un tablero mucho más amplio. Pese a la ausencia de Fabio Miretti y la no inscripción de Milik, Tudor cuenta con delanteros de alto calibre como Dušan Vlahović, Jonathan David y Loïs Openda, además de jóvenes con hambre como Yıldız o Conceição. Sobre el papel, la diferencia es evidente, un Villarreal mermado frente a un rival con variantes ofensivas que multiplican las posibilidades. Y sin embargo, la historia reciente recuerda que en el Estadio de la Cerámica el Submarino se ha hecho fuerte, con seis victorias en los últimos ocho partidos y un historial invicto ante la propia Juventus.
