Tras el alivio que trajo la victoria en San Mamés, el Athletic hace cuentas en la Champions. Volverse con puntos del St. James Park es el objetivo necesario.
La victoria frente al Mallorca dejó un suspiro de alivio en San Mamés, un bálsamo que la afición rojiblanca necesitaba con urgencia tras una dinámica preocupante. El gol salvador de Rego llegó en el instante justo, cuando el miedo a otro tropiezo se palpaba en el ambiente. El triunfo cambió por completo el panorama: de haber perdido, el Athletic habría caído a la zona media, lejos de sus aspiraciones europeas. Por ello, el resultado se celebró como un auténtico punto de inflexión en la temporada.
El septiembre negro sembró dudas sobre el verdadero techo del equipo, sin que ello implique una pérdida de confianza en el proyecto de Valverde. Las expectativas desatadas tras un arranque fulgurante, con tres victorias que dispararon el optimismo, contrastan ahora con la realidad de un bajón evidente con el foco apuntando a la Champions, donde las dos derrotas obligan a los leones a obtener un triunfo sí o sí frente al Qarabag y luego, a sumar en su visita a Newcastle.
Que sea solo un bache pasajero
Los números del Athletic en este arranque de Liga reflejan un bajón evidente respecto a temporadas anteriores bajo el mando de Valverde. Los 13 puntos en ocho jornadas no son dramáticos, pero sí inferiores a los sumados en los tres últimos cursos. El déficit ofensivo también preocupa: apenas 9 goles a favor frente a los 17 o 14 de campañas recientes. Un rendimiento por debajo de lo esperado para un proyecto que aspira a más. Las lesiones y otros factores extradeportivos (sanción por doping a Yeray) también cooperaron con el comienzo no deseado.
Más allá de las cifras, el gran problema reside en las sensaciones, porque el equipo apenas mostró buen juego en todo el curso. Salvo chispazos como el arranque ante el Mallorca, los rojiblancos no han logrado imponer su fútbol ni dominar los encuentros. Aun así, su carácter competitivo sigue siendo su principal fortaleza: pelean cada balón, se entregan en cada duelo y mantienen el nivel competitivo incluso ante rivales de nivel Champions como Arsenal o Dortmund. El reto es recuperar la chispa sin perder la fiereza que les define.
Parón para tomar envión
La interrupción por la segunda ventana FIFA llega como un bálsamo para un Athletic que necesita recuperar efectivos y resetear tras un mes plagado de dudas. El gol salvador de Rego en la catedral de San Mamés dio oxígeno a los de Valverde, que deberán corregir errores para afrontar un calendario exigente con la mente despejada y el físico en mejores condiciones. En LaLiga, el rojiblanco marcha séptimo con 13 unidades, a dos del último en ingresar a la plaza europea.
El regreso a la competición será frenético, con duelos clave en Liga y en Europa. El estreno ante el Elche marcará el ritmo antes de un duelo crucial contra el Qarabag en casa, donde no hay margen de error si se quiere seguir vivo en Champions. Luego llegarán Getafe y el derbi ante la Real Sociedad, antes de visitar al Newcastle en un choque decisivo. El cierre del tramo incluirá el duelo ante el Oviedo y un nuevo parón con compromisos internacionales, con el Barcelona ya asomando en el horizonte.