Athletic volvió a decepcionar en Champions. La dura derrota en Alemania pone en jaque las posibilidades de clasificación a playoffs. De momento, el elenco de Valverde no estuvo a la altura de lo que requiere la competición
Athletic se trajo una cruel derrota en tierras germanas. El muro amarillo del Dortmund le propinó un 4-1 que complica seriamente el presente del elenco vasco en la Champions League. El equipo de Valverde dejó una imagen apática y, pese a una leve reacción en el segundo tiempo, cayó ante un local que con autoridad y sin desplegar su mayor artillería, apabulló a los leones. Señal de alarma para el entrenador que cosecha su segunda derrota en un torneo que generó una ilusión enorme en la afición.
Las críticas recaen sobre el míster y sus alineaciones en Champions. La visita al Signal Iduna Park dejó un poso agridulce en el entorno rojiblanco. Valverde apostó por una rotación masiva pensando más en el duelo liguero ante el Mallorca que en un milagro europeo, y el once presentado en Dortmund parecía propio de un amistoso veraniego. Pese al dominio absoluto del Borussia, la visita pudo resistir e incluso, ponerse en partido tras el tanto de Guruzeta, pero pesó más la jerarquía de los amarillos.
¿Y si hubiera jugado con los titulares?
El escenario era más que riesgoso. Dortmund no pierde en su estadio desde marzo por la Bundesliga. Sin embargo, el Athletic no fue con ínfulas de recuperarse tras la derrota frente al Arsenal en el debut. Todo lo contrario, presentó un equipo alternativo y terminó sometido, goleado y dolido. El gol de Guruzeta fue una llama de esperanza que pudo despertar al rojiblanco e, incluso, casi logra la igualdad. Pero no alcanzó. Valverde optó por preservar a sus piezas clave y el resultado fue una nueva dura derrota.
El choque quedó marcado por la decisión arriesgada del ex estratega del Barça de presentar un equipo muy alejado de su once habitual. Con siete titulares fuera, el técnico confió en suplentes y jóvenes como Rego y Unai Gómez, dejando en el banquillo a jugadores clave de la pasada campaña. La medida generó debate entre la afición. Esa resistencia inicial, modesta en apariencia, ya se podía considerar un éxito ante un rival tan potente. No obstante, el resultado final es el que manda.
La afición sí estuvo a la altura
Que la afición del Borussia Dortmund, conocida por su espectacular “muro amarillo”, se tomara unos minutos para aplaudir al Athletic dice mucho del respeto que generó la hinchada rojiblanca. Las 4.000 almas desplazadas desde Bilbao dejaron la piel animando a un equipo que sufrió en la primera mitad. En la segunda, despertó e ilusionó con la posibilidad de puntuar en esta Champions tan complicada (el debut fue derrota 0-2 ante Arsenal en San Mamés).
El intercambio de aplausos entre ambas aficiones fue un gesto de enorme significado, un reconocimiento a la entrega de los seguidores vascos que se fueron desilusionados de Alemania. El sábado en la catedral de San Mamés volverán a copar las gradas para animar a un equipo que todavía no logra despegar ni mostrar el buen fútbol con el que deslumbró la temporada pasada. La cita será a las 18.30 ante el comprometido Mallorca, que viene de lograr su primera victoria en el torneo.