El París Saint-Germain y el Barcelona se preparan para un choque vibrante en la Champions League, donde las dudas tácticas y las posibles ausencias de figuras clave añaden expectación a un partido que podría marcar el rumbo del grupo
El calendario quiso regalar a los románticos del fútbol un duelo con aroma a crónica anunciada, PSG contra Barcelona, el próximo 1 de octubre, en plena fase de grupos de la UEFA Champions League. No es un simple partido, sino un examen de fuerza entre dos instituciones que se han acostumbrado a vivir bajo el reflector de la exigencia máxima. Ambos llegan con el pecho inflado, los franceses, como vigentes campeones; los catalanes, como aspirantes de eterno linaje.
El PSG estrenó su corona con la autoridad de quien sabe que la Champions no espera debilidades, un 4-0 al Atalanta que, pese a las bajas de Désiré Doué y Ousmane Dembélé, exhibió una plantilla que se mueve como maquinaria aceitada. El Barcelona respondió con menos pirotecnia y más sufrimiento, un 2-1 contra el Newcastle United que, gracias al doblete de Marcus Rashford, permitió respirar entre suspiros. En este tablero, cualquier detalle se convierte en sentencia.
La incógnita de Ronald Araújo
En el vestuario azulgrana, todas las miradas se concentran en Ronald Araújo. Hansi Flick, meticuloso hasta el extremo, debate consigo mismo entre la solidez defensiva del uruguayo y sus dudas con el balón en los pies. Una dicotomía que suena tan futbolística como filosófica, ¿prefiere el muro que resiste o la salida limpia que arriesga? Carlos Monfort, desliza que la decisión aún no está tomada. Araújo podría saltar al césped como líder, o esperar resignado en el banquillo.
El alivio para los culés llega desde la enfermería, Alejandro Balde completó una nueva sesión con el grupo y, aunque su regreso apunta a ser gradual, el simple hecho de tenerlo disponible funciona como bálsamo. Balde, aun desde el banquillo, simboliza la esperanza de que las lesiones dejen de dictar la partitura de la temporada.
El PSG: pendiente de Kvaratskhelia
En la otra trinchera, Luis Enrique también lidia con interrogantes. El PSG observa con cautela a Khvicha Kvaratskhelia, quien no entrenó el lunes. Aunque está disponible, el técnico asturiano difícilmente arriesgará a su atacante como titular. Un contraste se dibuja en el mediocampo, donde Fabián Ruiz, João Neves y Vitinha sí llegan en plenitud, listos para sostener la manija parisina.
Así se perfila el partido, un pulso de márgenes mínimos, un duelo donde los errores pesan más que los aciertos y cada movimiento se amplifica como en un teatro griego. Flick contra Luis Enrique, dos estrategas con libretos distintos pero objetivos idénticos. En esa delgada línea, la suplencia de Araújo o la ausencia de Kvaratskhelia podrían terminar siendo la diferencia entre la gloria o el arrepentimiento.