Los culés tienen en sus manos una chance enorme de sumar un crack de nivel mundial que pondría en riesgo a su vez a una joya por pulir; vaya dilema
Para quiénes han visto las últimas presentaciones de Gavi en el FC Barcelona no les será extraño ver que es catalogado como una de las nuevas joyas del balompié nacional. Tema que ha repercutido de enorme manera, y que expone un sentido especial de expectativa. Sin embargo, esto está condicionado a un riesgo, que viene marcado por la posible obtención de Raheem Sterling, la gran figura del Manchester City. Aunque eso no esté del todo definido.
Primero, el valor del internacional inglés es muy alto, lo que impide de lleno la chance de sumarlo en formato de compra regular. De ahí que se entienda el movimiento, y re dirija todo hacía un trueque que es muy llamativo, que incluye a Gavi. El joven talento es el elegido, ejerciendo desde ese punto un duro golpe que tiene como finalidad aplicar la concreción de cara al siguiente verano.
La fórmula utilizada por el FC Barcelona para la toma de Sterling, viene siendo muy criticada por tocar a una ficha sensible como es Gavi
Hombre por hombre el análisis es desequilibrado, pues mientras Sterling se ha consolidado, el joven talento catalán recién emerge. El tema es que para los británicos es una condición innegociable, pues no quieren perder la estela que los ha llevado a ser competitivos en ese sentido. Guardiola desde luego tiene mucho que ver, pero en Barcelona no hay claridad.
Con solo 17 años su contrato termina en verano de 2023, y se cree que van a ir a lejos extendiendo el mismo para elevar las cifras de su salida. Es un movimiento que ya han aplicado antes en jugadores como Ansu Fati, que al ser menores de edad se obliga a llevar de esa forma. Otra cosa es lo que piensa Laporta, que hasta acá solo ha acumulado malas decisiones al respecto.
Su momento es excepcional y se traslada a otros escenarios
Recientemente se conoció seguirá siendo parte de los procesos a nivel top con la selección de España. Tan joven como es tiene claras sus funciones en el terreno de juego, y en ataque hace recordar apartados del propio Messi. De ahí que hablen de un contrato nuevo que vaya hasta 2026, y que incluya una cláusula de 500 kilos.
De manera que está en el ambiente la posibilidad, aunque el nivel de concreción medible sea bajo. Mientras uno intenta buscar una segunda oportunidad, el emblema de la nueva sangre culé tiene mucho futuro por delante. Tal como lo ha mostrado en la gran final de la UEFA Nations League que ha perdido con todo y polémica arbitral.
