El duelo entre los dos primeros equipos de LaLiga fue vibrante de principio a fin y no se resolvió hasta los minutos de descuento
Laporta sabía que el FC Barcelona se jugaba muchísimo en el Clásico. Quizás no por motivos clasificatorios, pues se partía con 9 puntos de ventaja. Lo que había en juego era otra cosa. El honor, la dignidad que el conjunto azulgrana cree atacada con el escándalo Negreira.
Sea como fuere el caso es que los de Xavi Hernández saltaron al césped como si de una final se tratara. Presión altísima, intensidad máxima en cada acción… No se vinieron abajo a pesar del tanto inicial del Real Madrid y acabaron dando la vuelta. En mitad de la euforia, hubo un gesto, dirigido a Laporta, que marcará la planificación de fichajes del FC Barcelona.
Laporta veta futuro fichaje del FC Barcelona
Corría el minuto 81 de partido. Con empate a 1 en el marcador, Ancelotti se había jugado ya el todo por el todo. Iba a acabar el partido con Vinicius, Rodrygo, Asensio, y Benzema sobre el campo. El empate no servía de nada y urgía meter un gol. Marco Asensio, con esa flor que tiene en partidos grandes, envío a la red el primer balón que tocaba.
El gol terminó siendo anulado por el VAR, ya que estaba en fuera de juego. Pero la celebración seguro que no pasó desapercibido en el palco. Asensio se señaló el escudo del Real Madrid y miró desafiante a la grada del Camp Nou. Un gesto que descarta su fichaje para el FC Barcelona, al menos mientras esté Laporta.
Asensio elige entre Real Madrid y Barcelona
El presidente del FC Barcelona es culé de los pasionales y no puede tolerar un gesto así en un hipotético futuro jugador azulgrana. El gesto dice muchas cosas. No sabemos si Asensio acabará renovando por el Real Madrid, desde luego su intención parece esa.
Lo que queda claro es que las puertas del Camp Nou se cerraron definitivamente ayer. Laporta ya ha dejado claro a Mateu Alemany que ese jugador no puede acabar en el FC Barcelona. Ayer podía elegir y eligió el Real Madrid. Es respetable, pero si Florentino Pérez le deja tirado con la renovación que se le ocurra ir al eterno rival.
