Lucas Alcaraz por Pacheta: El plan de emergencia del Granada CF

Lucas Alcaraz regresa al Granada como Director de la Ciudad Deportiva y se perfila como una opción de emergencia ante el complicado arranque del equipo en LaLiga Hypermotion

El fútbol tiene una extraña predilección por las historias circulares, esas que parecen condenadas a repetirse como si fueran parte de un destino griego disfrazado de calendario de liga. Lucas Alcaraz, eterno hijo pródigo del Granada CF, vuelve a aparecer en el horizonte rojiblanco. No lo hace con el chándal manchado de tiza, sino con traje y despacho, en julio de 2024 fue nombrado Director de la Ciudad Deportiva, un cargo menos expuesto a los focos pero igual de cargado de expectativas. A sus 59 años, lleva sobre los hombros el peso de 82 partidos dirigidos al frente del club, un bagaje que convierte su figura en memoria viva de Los Cármenes.

Su debut allá por 1995, en un anodino pero simbólico 0-2 ante el Xerez en Segunda B, marcó el inicio de una relación entre técnico y entidad que se parece más a un matrimonio que a una colaboración laboral. Peleas, reconciliaciones, separaciones, y siempre la tentación del reencuentro. Lo irónico es que, cada vez que el Granada entra en crisis, el nombre de Alcaraz resuena como si fuera el único antídoto disponible, como ese viejo remedio casero que nadie se atreve a descartar aunque la medicina moderna prometa milagros.

El recorrido de Lucas Alcaraz

No se trata de un hombre anclado en la nostalgia localista. La carrera de Lucas es tan extensa como un mapa de carreteras que zigzaguea por toda la geografía futbolística española. Granada, Almería, Racing de Santander, Xerez, Córdoba, Recreativo de Huelva. En este último alcanzó una de esas hazañas que separan al entrenador de la leyenda, un ascenso a Primera y la final de la Copa del Rey, como si hubiera conseguido que un barco pesquero sobreviviera a una tormenta de categoría huracán.

Y no solo España lo tentó. Grecia, Chipre e incluso Irán fueron escenarios donde Alcaraz probó la dureza de banquillos foráneos. Su último destino, el Nassaji iraní, fue un recordatorio de que los entrenadores son como marineros: siempre listos para zarpar aunque el puerto sea desconocido. El curso pasado incluso sonó como bombero de emergencia para salvar al Granada en las últimas jornadas. Pero el club, en un acto de fe, apostó por Pacheta. El presente, sin embargo, ha vuelto a torcer la trama y la historia amenaza con repetirse.

Granada CF
La situación del Granada en LaLiga Hypermotion es complicada, con el peor arranque de su historia, y Pacheta también experimenta su peor inicio como técnico

Entre la crisis y la esperanza nazarí

Hoy, Alcaraz comparte pasillos con Pacheta, Fran Escribá y Guille Abascal en la Ciudad Deportiva. Un ecosistema tan lleno de entrenadores como de dudas, porque el Granada vive el peor arranque de su historia en LaLiga Hypermotion. Para colmo, el propio Pacheta atraviesa su debut más gris, lo cual refuerza la sombra de Alcaraz como opción inmediata. Está dentro, conoce el terreno y no necesita manual de instrucciones para sentarse en el banquillo.

Los próximos duelos contra Burgos y Huesca se presentan como juicios sumarísimos. No ganar significaría coquetear seriamente con los puestos de descenso. Y en ese escenario, ¿A quién recurriría la directiva?. La tentación es evidente, el Granada tiene en casa a un entrenador experimentado, curtido en mil batallas y con el ADN rojiblanco tatuado en la piel. Si el fútbol es, en esencia, la eterna oscilación entre la esperanza y el desastre, Lucas Alcaraz vuelve a aparecer como la figura destinada a equilibrar la balanza.